Guste más o menos, es innegable que Bárbara Rey es una leyenda viva del mundo del espectáculo. Bárbara, que no es Bárbara, por cierto. María García García es su nombre de pila, Marita para los amigos, y para nada procede de las grandes élites del show business. Ella tomó la determinación de cambiar su Totana natal, en Murcia, por Madrid y Barcelona. Destino: convertirse en estrella. Una chica multitasking desde antes de que se hubiera acuñado este concepto. Vedette, cantante, presentadora, actriz... Y personaje del corazón.
Su faceta farandulesca tampoco es algo que se pueda obviar, puesto que si algo ha caracterizado a Bárbara Rey desde que saltó a la fama, más allá de su talento para la actuación, es que ha sido una de las pioneras en ser portada de las revistas del chismorreo. Reconocida como icono del destape y el erotismo, sus relaciones sentimentales interesaban —e interesan— mucho. Una lista interminable en la que figuran nombres tan potentes como el actor Alain Delon, el ex del Barça Carles Rexach e incluso Juan Carlos I. Sin embargo, su gran amor fue el circense Ángel Cristo, con quien se casó. También su gran pesadilla, porque el protagonismo del matrimonio, del que nacerían sus hijos Ángel y Sofía, se lo llevaron los malos tratos.
La historia de tantas mujeres, pero en el cuerpo de una que ha vivido mil vidas en una sola que, recientemente, se ha atrevido a contar con pelos y señales. Para muestra el documental Una vida bárbara o la serie biográfica Cristo y Rey. El primero es quizás el más real, ya que cuenta con el testimonio de la propia María y sus dos hijos, que exponen el miedo que sentían a su padre y dan detalles sobre episodios verdaderamente aterradores que vivieron en la casa familiar. En cualquier caso, parece que algo ha cambiado en el hilo argumental. Al menos por parte de Ángel Cristo Jr., que se sentará en el plató del nuevo De viernes de Telecinco este 24 de noviembre para dar una entrevista en la que traiciona completamente la versión oficial que su madre ha compartido.
Una conversación que pone en entredicho la historia de Bárbara sobre el presunto chantaje al rey emérito e incluso asegura con contundencia que "la verdadera pesadilla no era mi padre, era mi madre". "La he visto gastarse mucho dinero en el casino. Desde 100 a 30.000 euros en una noche", confiesa en una ristra de declaraciones en las que tampoco deja nada bien a su hermana pequeña, aseverando que "Sofía no tenía ni idea de lo que pasaba en casa porque se pasaba 24 horas drogada. (El dinero) lo sacaba del cuarto de mi madre, que había mucho efectivo". De su casa, recuerda las "peleas, gritos, mucho miedo y sangre" y que Bárbara lo cargaba de responsabilidades. "Daba igual que tuviera colegio, que estudiar, que tuviera exámenes". Es fuerte.
Atestado particular que, según han informado en el programa Vamos a ver, vendría motivado por la "deuda por una pensión de manutención que no está pagada con la mamá de su hija". Angelito habla por dinero y, como era de esperar, no le ha hecho ni pizca de gracia a su progenitora. Así lo demuestran las últimas imágenes de ella, acompañada por su hija Sofía. No responde a la prensa cuando le preguntan por esta incendiaria exclusiva que verá la luz en horas, pero su semblante lo dice todo.
Bárbara está apenada, tiene gesto triste. Y eso que todavía no se ha visto la entrevista completa. Preparen palomitas.