En la foto que ilustra esta pieza, pueden ver a la inmensa actriz catalana Diana Gómez en uno de sus papeles más célebres de su carrera: haciendo de 'Tatiana' en La casa de papel. La mujer de 'Berlín' en la ficción televisiva aparece en esta escena radiante, sonriente... y vestida de blanco. Pero ya les podemos asegurar que la intérprete sólo viste así por exigencias del guion. Porque en su vida más allá de las cámaras, no se pone de blanco ni de coña. Porque Diana es más culé que el abuelo del Barça. Su sangre es tan azulgrana que cuándo hay una exhibición como la de este domingo de su equipo, y más, contra el máximo rival, se vuelve loca.
Aficionada al fútbol desde siempre, es una ferviente seguidora azulgrana, y ahora que la cosa vuelve a funcionar, y de qué manera, lo hace saber en las redes sociales. Gómez, culé de cuajo, no se pierde un partido de su equipo, y ahora que Xavi ha devuelto la alegría al club, todavía menos. Ella, como todos los culés, nos pellizcamos al ver cómo en sólo cuatro meses, el de Terrassa ha devuelto las sonrisas, la euforia, la pasión y las viejas sensaciones: porque todos los que crecimos con el Barça de Cruyff y después, con el de Guardiola, sentimos ayer sensaciones similares viendo el repaso, el meneo del Barça al conjunto blanco, ayer de negro. De negro funeral, como el que se vivió en el Bernabéu. No así en casa de Diana. Allí, como en muchos hogares del país, era fiesta grande. Primer ejemplo, el comentario al ver la reacción de Xavi celebrando el primero de los goles de Aubameyang:
Pero a medida que pasaban los minutos e iba viendo la humillación del Barça al Madrid, Diana llegaba, como el resto de culés, a un estado de éxtasis y de euforia como hacía tiempo que no teníamos. Iban cayendo los goles de la parte azulgrana, uno, dos, tres, cuatro... y porque Courtois fue el mejor de su equipo y los Aubameyang, Ferran y compañía no quisieron hacer más sangre, porque la goleada habría podido ser escandalosa y recordada por los tiempos de los tiempos. A nadie le hubiera extrañado un 0 a 7 o 0 a 8. Evidentemente, la sombra de una nueva manita sobrevolaba el Bernabéu. Al final, sin embargo, los de Xavi pusieron el freno de mano. Una lástima, porque Diana, en 10 palabras, prometió que no respondía de ella si llegaba el 0 a 5, un sentimiento compartido por la red culé:
Entendemos perfectamente a Diana. No hubo manita, pero la noche de ayer en el Bernabéu es el inicio de una cosa muy grande que está por llegar. Como ha dicho Piqué: "We are back":