"Dedica un importante esfuerzo al embellecimiento de la ciudad". Son las palabras de agradecimiento que le ha soltado el alcalde de Estepona, José María García Urbano, a Tita Cervera, en la inauguración de unos jardines que llevan el nombre de la Baronesa Thyssen en el Parque Botánico de la ciudad malagueña. Al alcalde le ha faltado añadir que también dedica un importante esfuerzo al embellecimiento propio.
Después de cambiarle la cara a más de cien calles de la ciudad, colocando árboles y plantas, Carmen Cervera quizás también ha decidido cambiarse su propia cara un poco más. El Parque Botánico en cuestión es especialista en orquídeas, una flor que, sobre todo en invierno, necesita unos cuidados específicos al tratarse de una flor tropical. Igual que los pómulos de la Thyssen, que están más suaves que hace treinta años...
Curas específicas en forma de bótox para estirarse todavía más la piel. Quizás es que la Baronesa quiere promocionar la nueva exposición del Museo Thyssen Bornemisza dedicada a Sorolla y quiere parecerse a las pinturas de pómulos tersos del artista valenciano.
Ya hace tiempo que la Baronesa se aficionó a hacerse líftings faciales, llenando los pómulos con ácido hialurónico que le da un aspecto como de muñeca de cera. El exceso de tensión y de volumen en pómulos y labios le han dado, de un tiempo a esta parte, una cara no demasiado expresiva. Vaya, que no sabes si la placa que le han plantado en el jardín le hacía ilusión o le traía sin cuidado.
No es la única que cuando va a un restaurante sus pómulos ya han entrado tan antes que ya van por los postres. Últimamente hemos visto a muchas famosas siguiendo la moda puesta en marcha por el Joker. Paloma San Basilio, Lidia Bosch o Yvonne Reyes siguen teniendo el mismo nombre, pero ahora son otra persona.