Berto Romero es uno de los mejores humoristas de este país. Y punto. Lleva años haciéndonos llorar de risa con su ingenio, sus respuestas y sus apariciones en infinidad de programas, de la mano de su amigo Andreu Buenafuente, con quien también colabora en la radio, o subiendo encima del escenario para hacernos troncharnos con sus monólogos. Ahora, cuando está a punto de estrenar la segunda edición de El consultorio de Berto en Movistar+, el cómico ha pasado por El Suplement de Catalunya Ràdio para tener una conversación deliciosa con Roger Escapa, que ha girado en algunos momentos en torno a los hoteles.

Berto, por cuestiones profesionales, ha pisado muchos y ha hecho noche en infinidad de ocasiones. Pero no solo cuando estaba fuera de casa o por vacaciones. A la pregunta de sí alguna vez, o más de una, ha birlado alguna cosa de los hoteles, reconoce que "alguna vez me llevo los jaboncitos, pero intento estar siempre dentro de los límites de la ley. Algún bolígrafo... cosas absurdas e innecesarias". Duerme una media de cinco noches al mes en un hotel, entre bolos del espectáculo etc... Unas 60 noches al año. Él, encantado de la vida de la familia que tiene, con tres hijos, "a veces, sin embargo, digo que estar solo mola un poco. No tanto para dormir, pero sí para ver la televisión que yo quiero sin tener que consultarlo con nadie, ni ser interrumpido cinco veces en una película".

También ha explicado qué pasó una noche en un hotel que había junto a su casa, justamente desde dónde tienen la conversación él y Escapa. Sus hijos entonces eran pequeños, unos bebés, cuando la familia vivía en la calle Agramunt. Un día, volviendo de un bolo, "me había dejado las llaves y no pude entrar, no me abrieron. Mi mujer, profundamente dormida, insistí... ¿Qué hice? Cogí la maleta, tal como venía, pregunté si tenían una habitación, a medianoche". Uno de los muchos momentos que vale la pena recuperar. También, cuando habla de sus tres hijos, ya en edad adolescente, o cuando recuerda con amor a sus padres, y "alucino al ver cómo uno de mis hijos es igual que mi padre, la misma energía, es cómo volver a estar con él", dice Romero emocionado, ya que sus padres ya fallecieron. "Estuvieron a tiempo de verme en la primera época con Andreu, o actuando en algún teatro grande, en el Coliseum, lleno, estaban muy orgullosos. Ellos se marcharon con la idea de que yo era la hostia".

¿Un consultorio en catalán?: "Sí, ¿por qué no? Empecé haciendo radio en catalán, he hecho cosas en TV3... No han salido más movidas, pero podría hacer alguna cosa en catalán". Berto Romero, un genio, y un tipo que vale mucho la pena.