Bibiana Fernández estrena proyecto, una obra de teatro que protagoniza con Alaska, Mario Vaquerizo y Manuel Bandera. ¿Y qué mejor manera de promocionar este El amor sigue en el aire que acudir a El Hormiguero?
La entrevista tuvo de todo, con una broma tras otra pero también con sitio para el drama. Bibiana se hizo famosa al convertirse en uno de los primeros transexuales de España, mediatizando su cambio de género haciéndose artista. Discos, películas, programas de televisión, portadas de revista... Bibi Andersen estaba en todas partes, y esta fama todavía le precede allí donde va.
Ahora bien, su vida no ha sido nada fácil. Nació en una familia rota de Tánger, con los padres siendo de los primeros en divorciarse. De allí, a todos los problemas que le comportó querer hacerse mujer. Y más recientemente, los problemas económicos.
El año pasado salió a la luz que la actriz había acumulado una gran deuda con Hacienda, y es que había llegado a hipotecar una de sus casas con cinco hipotecas. Llegó a deber más de 300.000 €, y la casa acabó siendo embargada. Sus amigos, Alaska y Mario, por eso, quisieron ayudarla, y en un acto de gran generosidad, le compraron la casa para que pudiera quedarse en ella.
De este tema quiso hablar Pablo Motos, interesándose sobre cómo está actualmente la situación de Bibiana. Ella, tan sincera como siempre, confesó que Hacienda le ha quitado "todo, todo, todo". Considera que las cosas materiales no son lo más importante, pero reconoció que la idea de perder objetos de mucho de valor sentimental para ella no lo podría haber superado: "Mi problema no era cambiarme de casa, porque al final la casa está donde estoy yo, mis perros y donde vienen a mis amigos. Pero dejar mis cosas... Tengo Diógenes desde que tengo 20 años, son más de 40 de ir acumulando cosas importantes".
De la grave situación económica que vivió quita, por eso, la parte positiva: "Me vi obligada a volver a empezar. Y realmente esta sensación de estar a punto de cumplir 64 años el próximo mes y tener ganas de volver a tener ganas está muy bien. Tener ganas de hacer cosas es la base de la vida. Y tener ganas me da subidón, de no ser así estaría llorando por los rincones".
Porque para Bibiana no todo es el dinero: "Los estados de felicidad se han correspondido a las veces en las que he estado más contenta y me he sentido más cómoda, no cuando he tenido más dinero. Lo más importante es tirar hacia adelante siempre, porque lo mejor está todavía para llegar", añadía con una gran sonrisa en los labios.