Risto y Laura Escanes se convertían en marido y mujer en una espectacular masía de Argentona el pasado 20 de mayo. Y hoy, la revista ¡Hola! ha publicado, por fin, la exclusiva donde detalla cómo fue una de las bodas más esperadas del año.
La primera incógnita era como fue el segundo vestido de la novia. Laura escogía uno Rosa Clará con escote corazón y estampado de inspiración floral, con la falda plisada con abertura lateral y una espalda con guipur. Un vestido más sexi que el primero de cuerpo chantilly que llevó durante la ceremonia.
Pero Risto también quiso cambiar de vestido. El presentador dio el "sí,quiero" a Laura vistiendo a rayas de la mano de Exquisuits by de Juana, con camisa blanca y corbata del mismo estampado. Una flor en la solapa y un gran reloj completaron su primer look nupcial. Un estilo mucho más clásico que su segunda elección. Risto aparecía con un esmoquin azul eléctrico, camisa blanca y chaleco y corbatín en tonos lilas con un estampado floral. Con unos Oxford azules y negros que se cambiaría en uno de los momentos del baile, cuándo se colocó a unas bailarinas doradas que se entregaban a las invitadas. Todo sin quitarse sus caracteristicas gafas en ningún momento.
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— Revista ¡HOLA! (@hola) 29 de mayo de 2017
El día empezaba con el emotivo discurso que las damas de honor le dedicaron a Laura, justo antes de que el comediante David Guapo diera el toque humorístico a la ceremonia. Antes de convertirse en marido y mujer, los novios intercambiaron los votos en un jardín más que sencillo: con una mesa pequeña y sin más decoración que un ramo de rosas blancas, menos sillas que invitados y un césped por donde la novia desfiló sin alfombra. Un ambiente campestre y natural con ellos dos como protagonistas.
El hijo de Risto, Julio, de siete años, fue el encargado de entregar los anillos a su padre, unas alianzas hechas artesanalmente por el joyero gallego Pablo Cimadevila. Creadas en un proceso que Laura mostró en su último vídeo de su canal de Youtube. Una vez con el beso posterior al "sí, quiero", empezaría el aperitivo: con los margarita, el jamón y el sushi como protagonistas. Un rato que acabaría con los invitados pasando a una sala decorada como si de un bosque mágico se tratara: con árboles y una iluminación tenue.
Los novios entraban a ritmo de I will survive y empezaba el convite. Un menú que proponía sopa de almendras con chips de calabaza, un plato de merluza acompañado de judía verde y calabacín, y un buen filete con patatas a lo pobre. Todo servir en mesas de diez personas, redondas y con cubertería y sillas en tonos dorados.
Y un vez con la barriga llena, llegaba uno de los momentos más especiales: el pastel. Risto y Laura optaron por salir de aquello tradicional y escoger un mural comestible con cinco mil brochetas de dulce. ¿Y los muñecos de los novios? Un samurái y una geisha. La romántica canción de Adele Make you feel my Love fue la que escogieron en su primer baile como marido y mujer. Con la nota curiosa que fue Virginia Labuat quien la interpretó, el exconcursante de Operación Triunfo con quien Risto fue muy duro durante el concurso.
Una vez con los novios cambiados de vestido, empezó la fiesta. Barra libre, palomitas, fotomatón, más aperitivos salados e incluso una zona con tarotistas donde te podían echar las cartas.
Una boda divertida y original que reunió muchas de las celebridades del momento y que acabó a las seis de la madrugada, con los novios marchándose a un hotel de lujo de Passeig de Gràcia.
Con todos los detalles de la ceremonia revelados, ahora sólo queda saber el destino de su viaje de bodas.