Borja Cobeaga es uno de los guionistas más reconocidos del panorama actual. Salido de la factoría de Vaya semanita, el programa de la televisión vasca que se reía hasta de su sombra, también de los políticos, después fue el autor de la película española más taquillera de la historia, Ocho apellidos vascos, y de su continuación, Ocho apellidos catalanes, además de la reciente Superlópez. Tocó algunas susceptibilidades, pero poniendo el freno de mano, dirigiendo Fe de etarras, una visión en tono de comedia del conflicto con la banda armada y ahora dirige Justo antes de Cristo, una serie de romanos en Movistar.
El cineasta ha concedido una entrevista para el diario El Mundo donde ha analizado su cine y la situación política y social que se está viviendo en España los últimos tiempos. O en Catalunya. Recordando a Ocho apellidos catalanes, considera que hoy en día sería bastante complicado hacer esta película: "es un guión que tamicé bastante para evitar polémicas. Tengo que reconocerlo. Todos nos cortamos y no apostamos por la sátira política que podría haber sido. Teníamos una escena con tanquetas entrando en el pueblo que declaraba la independencia, un 155 a lo bestia, y al final lo descafeinamos. No hicimos la película que deberíamos haber hecho".
Cobeaga, como vasco, como guionista que ha hecho humor sobre ETA, que haya quien compare, desde cualquier dirección, el conflicto vasco y el procés en Catalunya, lo hace sacar de quicio:"Es ofensivo porque la situación no tiene nada que ver. Tenemos la memoria frágil. En el año 2000, que no está tan lejos, se vivía una de las etapas más duras de ETA. No se puede comparar". Y también pinta la cara al humor que dice que se hace desde Catalunya, a su juicio, de una sola dirección: "Ahora ves el humor que se hace en Cataluña y es muy unidireccional: todo sobre cómo les machacan desde Madrid... Y eso es menos sano. El humor siempre es mejor cuando es autosátira".
Para un guionista como él, que basa sus textos en el humor y la comedia, no corren buen tiempo para la lírica, como decía la canción: "El tema con la incorrección política es que se la ha quedado la derecha más rancia, usando mal el término y sin entender en qué consiste, para justificar sus prejuicios. Es preocupante porque muchos de esos son luego jueces, fiscales o policías y han cambiado las normas del juego: el riesgo ahora no es que un chiste escandalice a cierta gente, es que te procesen y acabes encausado en el juzgado". Él tiene claras sus ideas y con quien quiere o no quiere juntarse. Con Vox, por ejemplo, acabó enfrentado por decir en los Goya que no le daba "la puta gana de hacer una película sobre Blas de Lezo".
El proyecto de Abascal de querer hacer un filme sobre Blas de Lezo lo ha llevado a tener delirios de grandeza y pretender que sea Mel Gibson quien dirija este panegírico. Y eso lo aprovecha Cobeaga para cargar contra el líder de Vox, que quizás fue a buscar a un cineasta a quien muchos consideran como un adalid de la derecha, pero que "Queda claro que conoce poco la filmografía de Mel Gibson, que es el tío que dirigió Apocalypto y Braveheart. Nadie ha hecho más por el nacionalismo".
"Si Gibson hiciera una película sobre España, la haría desde el punto de vista catalán independentista. No creo que su película española agradase a Abascal"... Sólo por ver la cara de Abascal viendo el resultado final de un hipotético filme de Gibson, ya valdría la pena.