Las cosas no van según lo previsto. Cuando un médico te dice esto, hay que preocuparse. Parece que es lo que está pasando con Camilo Blanes, el hijo de Camilo Sesto. Más conocido como Camilín, Blanes habría tenido hace unos días un microinfarto cerebral del que aún no se habría recuperado. Lo peor, no obstante, no es solo su estado físico, sino las perspectivas: nada va sobre ruedas. No se puede afirmar, ni mucho menos, que la recuperación progrese adecuadamente. De hecho, no hay ni proceso de recuperación aún. Tras seis días hospitalizado, Camilín sigue tendido en la cama de la UCI, en el hospital.
Un helicóptero tuvo que ser el medio de transporte que lo atendiera la semana pasada. La negativa del de Ciudad de México a acudir al hospital acabó forzando a que su família, que básicamente consta de su madre Lourdes y su discreta novia María, pidieran el helicóptero. Una vez ya en el centro hospitalario, Camilín fue atendido y trasladado directamente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Allí se esperaba que empezara su proceso de rehabilitación, tras haber pasado ya 50 días a principios de año también en la UCI, pero este no acaba de dar sus frutos. Fuentes cercanas al rotativo '20 minutos' confirman el peor de los pronósticos: "Lo que más inquieta es su pérdida de peso y su nulo apetito. Tan solo ha recuperado dos kilos desde que recibió el alta hospitalaria tras más de cincuenta días ingresado", explica el citado medio, añadiendo que a Camilín "se le están haciendo diversas pruebas para saber cuál es la causa que le ha provocado su última descompensación".
Apoyo de Lourdes y María
Como decimos, sus apoyos más cercanos son María y Lourdes, su novia y su mamá. Ellas están en todo momento con su ser más querido y quieren que el proceso de recuperación empiece de una vez por todas y Camilo Blanes vuelva a ser el de antes. Prefieren verlo conduciendo un patinete en contradirección -tal y como informó 'Sálvame' hace solo unos días- que en el hospital sin apenas comer y cada vez más delgado. Quieren que Camilín sea aquél que se parecía a Sesto, su papá. Aquél que tenía ganas de vivir la vida.
Problemas para andar
La última de las imágenes que se ha filtrado a la prensa es el momento en el que Camilín pretendía entrar al hospital por su propio pie, pero no lo conseguía. El mejicano tenía que ser prácticamente arrastrado por su mamá y un amigo de la familia con el fin de travesar la puerta principal del recinto hospitalario. Con un grotesco gorro de invierno, unas gafas de sol y una mascarilla naranja chillona, Blanes no pudo evitar la instantánea de los paparazzi que, cuando salga del hospital, volverán a estar atentos para saber qué aspecto presenta el hijo de Camilo Sesto.