Camilo Blanes es el hijo y heredero único de Camilo Sesto, el famoso cantante de Alcoy que murió el 8 de septiembre de 2019. Tiene 38 años, pero nadie lo diría. Especialmente ahora que acaba de salir de la UCI del hospital Puerta del Hierro de Majadahonda, en Madrid. Allí ha pasado los últimos 50 días luchando por su vida bajo la vigilancia de su madre, la mexicana Lourdes Ornelas, que en más de una ocasión pensó que aquello era el final. Un final trágico a una vida llena de traumas y escándalos de todo tipo. Afortunadamente no ha sido así, aunque las secuelas son brutales.
Hace tiempo que se habla de los problemas de adicciones de Camilín, y que se habrían agravado desde la desaparición de su padre. La mansión del artista en Torrelodones, ahora propiedad de su hijo, ha sido escenario de episodios muy llamativos en los que se mezclaba la fiesta, la dejadez, las molestias al resto de vecinos e incluso alguna intervención policial. Aunque lo que nadie se esperaba es que estos hábitos tuvieran consecuencias como las que sufrió a finales del mes de noviembre de 2021, cuando lo encontraron tirado e inconsciente en una carretera de Madrid tras sufrir un accidente en bicicleta. Un choque provocado por conducir en un estado lamentable después de una juerga de 3 días plena de sustancias. Para acabar de arreglarlo, el mal tiempo, las lluvias y el frío de aquel día fatídico le provocaron una neumonía grave.
Las primeras semanas en el hospital fueron terribles y su vida corría peligro. El camino ha sido realmente angustiante, pero gracias a los cuidados de los facultativos consiguieron que hiciera progresos y dejara atrás la parte más complicada del trance. Ahora bien, han sido casi dos meses recibiendo todo tipo de tratamientos, ventilación mecánica, etcétera. Un calvario interminable. Fuera del centro médico, sin embargo, las cosas no mejoraban demasiado: su residencia fue asaltada y los ladrones la vaciaron a conciencia. Ahora bien, la única preocupación de Camilo y de su madre era recuperarse definitivamente. El dinero y las cosas materiales pasaron a un segundo plano, porque además tiene la vida más que asegurada: los derechos de las canciones de Camilo Sesto son una mina de oro, con ganancias de 250.000€ cada 3 meses. La salud, en cambio, no tiene precio.
Camilín salió del hospital en pasado día 26, y ahora la revista Semana ofrece las primeras fotografías de su nueva vida. El impacto de lo que ha vivido es escalofriante, como queda reflejado en su aspecto exterior. La pérdida de peso es enorme, sobre todo teniendo en cuenta que siempre ha sido muy delgado. Pero la estampa actual es aterradora: demacrado, empequeñecido, un verdadero ecce homo. Ha pasado lo peor de su infierno personal, pero volver a la normalidad será también un trabajo titánico. De hecho, será una normalidad diferente: una en la que haya dejado atrás los problemas que le han llevado hasta este punto tan dramático.
Tenerlo todo, pero no tener absolutamente nada. La vida nos enseña a puñetazos.