El problema que tiene futbolizar cada vez más la política, es que a menudo, los diputados se transforman en hooligans. Parecen aficionados ultras gritando a la bancada rival, sólo les faltan las bufandas y empezar a entonar cántico en el Congreso. Pero todo llegará. La política de este país no para de proporcionar imágenes vergonzosas, especialmente cuando hay sesión en el hemiciclo. Y esta mañana del miércoles hemos tenido una nueva muestra.
En su escaño, Íñigo Errejón, de Más País, hablando del problema de salud mental que atraviesa España: “Seis de cada diez españoles tienen ya síntomas de depresión y ansiedad. Cada día se suicidan diez personas en España”, denunciaba. Cuando acaba, un simpático y ocurrente diputado de la derecha, en este caso, Carmelo Romero, del PP, pega un grito como si estuviera en una tertulia carajillesca y le espeta: "¡Vete al médico"! comentario que incluso, ha provocado alguna carcajada cobarde entre sus colegas de partido, que han quedado apagadas por los aplausos del resto de diputados de la Cámara, en apoyo a las palabras de Errejón.
No todo vale. La miseria moral que algunos demuestran, amparados en las paredes del Congreso y sus cargos, tendrían que hacer reflexionar a más de uno, en sus intentos indisimulados de criticar y hacer mofa de todo lo que venga de políticos contrarios a cada uno. Afortunadamente, el tal Romero ha recapacitado, viendo la indignación generalizada que ha originado. Con sendas disculpas en la red, dice que: “En ningún momento ha sido mi intención referirme ni a los enfermos ni a las familias de las personas con enfermedad mental”, que ha sido "una frase desafortunada" y que lamenta lo que le ha dicho a Errejón:
A pesar de estas palabras, para muchos lo que haría falta es no tener que llegar a las disculpas si previamente hubiera unos mínimos morales entre la clase política. Numerosos famosos han alzado la voz y le han dicho cuatro cosas bien dichas: