Que George Clooney es toda una celebridad no es noticia. El actor es de los más queridos de Hollywood y teniendo eso en cuenta no extraña que este jueves hayan celebrado una gala en su honor. La ceremonia ha llenado la alfombra roja de famosos que querían homenajearlo. Y entre los invitados no podía faltar Cate Blanchett, quien grabó con él El buen alemán. La australiana fue la más llamativa de todas las presentes, dejando a los fotógrafos impactados con su outfit escogido.

Dejando atrás la imagen de niña buena, Blanchett sorprendió apareciendo llena de tatuajes. El pecho y los brazos se llenaban de una tinta falsa, bordados en una tela bien fina de color nude. No era maquillaje, como muchos pensaron originariamente, sino que era el resultado de un trabajo de más de 200 horas: un original diseño que buscaba generar este efecto óptico.

Aouadi Paris cautivó a la actriz hace tres años, cuando le ofreció este modelo para ir a estrenar la película Carol. Eso es precisamente lo más curioso de esta historia, que esta no era la primera vez que la actriz lucía esta prenda de ropa.

Cate Blanchett con el mismo vestido en 2018 y en 2015 / EFE y GTRES

EFE

El vestido es de lana, adornado con pétalos y un cuerpo de tul. Una elección arriesgada y original que repite ahora siguiendo con el pensamiento que la moda tiene que reflexionar, diciendo que es necesario que bajen el ritmo de producción y consumo imperantes. También aprovechó el mismo vestido dos veces cuando fue a los Globo de Oro y a Cannes.

A pesar de la sorpresa en verla así, muchos dirán que seguramente la gran protagonista de la noche fue Amal Clooney. La mujer de George subió al escenario para pronunciar un tierno discurso dejando a su marido por las nubes: "Aunque él atribuye modestamente gran parte de su éxito que estamos celebrando aquí a la suerte, creo que es el talento y su increíble carácter lo que lo ha llevado aquí".

Toda una carta de amor que emocionó de lo lindo a su marido, quien acabó llorando: "Conocí a George cuando tenía 35 años y me había resignado a la idea de que siempre sería una solterona. Después nos conocimos y empezamos a escondernos en mi piso de Londres. Pronto sentí que pasara lo que pasara no quería estar con nadie más. No podía dormir cuando estábamos separados y me decían que mostraba una sonrisa y una inclinación de cabeza particular cuando leía sus mensajes o las cartas que me escondía en el bolso. Cinco años después, nada de eso ha cambiado. Él es la persona que tiene mi más completa admiración y también la persona con la sonrisa que me hace fundir todo el rato. Mi amor, el que he encontrado contigo, es el gran amor que siempre esperé que existiera. Y verte con nuestros hijos, Ella y Alexander, es la mayor alegría  de mi vida".

Una gala que tuvo de todo, desde sorpresas en la alfombra roja hasta lágrimas de Clooney.