Chelo (72), Patiño (52) y la sorprendente aparición de Germán González (37) son protagonistas de la segunda, y no última, entrega de capítulos de "Sálvese quien pueda". Vuelven a la televisión los colaboradores más potentes de Sálvame con tres nuevos capítulos en Netflix. Después del gran éxito de los programas registrados en Miami, los ocho colaboradores se mueven hasta el país vecino, México, para seguir buscando trabajo. Laura Bozzo (72), la concursante de GHVIP 8, fue la encargada de recibir a todo el equipo español y buscar un programa donde puedan trabajar. Ya desde un inicio Maria Patiño y Laura Bozzo recordaron el enfrentamiento que tuvieron cara a cara en un programa de televisión español previo a la emisión diaria de "Sálvame."

 

Chelo, Terelu (58) y Germán no obtuvieron plaza para poder salir a programas de televisión del país extranjero. Sin embargo, los tres aceptaron participar en un casting para optar a un papel como actores. Terelu aprovechó la escena romántica que tenía que interpretar para dar un largo beso al actor profesional que ponía voz al segundo de los personajes del guion. Ella misma afirmó que hacía mucho tiempo que no daba un beso con tal intensidad a un hombre. La ganadora del casting fue Chelo quien consiguió como recompensa participar en un cabaré protagonizado por un icono del colectivo LGTBIQ+ mexicano. Chelo volvió a interpretar una de las últimas míticas actuaciones que realizó en Sálvame cantante "Saturday Night". Tal como interpretó la canción en los estudios de Mediaset, salió al escenario con un albornoz y una gorra blanca dejando boquiabiertos a todos sus compañeros que no sabían dónde había estado durante todo el día. En el ensayo que llevó a cabo previo a la actuación, Chelo reconoció que aquella actuación en "Sálvame" "fue uno de los días que más le costó", dando a entender que no se sintió nada a gusto en el plató.

Chelo cantando "Saturday Night" - Netflix
Germán González, nuevo colaborador - Netflix

Otro momento destacado fue la repentina aparición del noveno colaborador que se sumaba al resto. Germán González había trabajado como redactor y en las últimas emisiones de "Sálvame" había empezado a salir delante de cámaras. Una de las actividades donde fueron de espectadores durante la estancia en México consistía en ver un combate de lucha libre en un estadio. Aunque todos los colaboradores eran conocedores de que era una obra de teatro, Belén Esteban (50) y Maria Patiño no lo pudieron aguantar y tuvieron que salir corriendo de donde se encontraban. Fue cuando ya acabaron los combates que el equipo de "Sálvese quien pueda" entró a los vestuarios para encontrarse con los guerreros y descubrieron la presencia de uno de ellos que les conocía. Bajo la máscara se escondía Germán y, al enseñar la cara, se produjeron dos tipos de reacciones entre los colaboradores. Los dos Kikos y Maria Patiño no se mostraban partidarios de su incorporación en el programa, mientras que los otros lo acogieron con mucha ilusión.

Belén, Terelu y Matamoros en un ritual mexicano - Netflix

Estas tres entregas siguen a la perfección el estilo del programa estrella de La Fábrica de la Tele: show, escándalo y broncas entre compañeros. Lydia Lozano (63) aferrada a su papel de llorona siempre que cualquiera de sus compañeros la desprecian, Chelo en silencio siguiendo en su línea, los Kikos buscando a quienes pueden culpar de algún hecho y la de Paracuellos cargándose a todo el mundo conjuntamente con Maria Patiño. Mariachis, tequila, comida picante y rituales tradicionales de México consiguen que los colaboradores convivan y conozcan la cultura del país. La entrega final concluye con la citación de los nueve colaboradores a la sede principal de Netflix en México. Cada uno de ellos recibió un sobre por parte de uno de los directores quien les pidió que leyeran la carta que contenía. La cara de sorpresa, ilusión y desafiante de todos los colaboradores hace intuir a los espectadores que, como dijo Jorge Javier antes de dejar el programa de Telecino, "aún queda Sálvame para rato".