La crisis del coronavirus lo ha puesto todo patas arriba. Al colapso sanitario y el confinamiento hay que añadir la avalancha de trabajadores que se han quedado sin trabajo y los planes cancelados de tantísimas personas. Viajes, pero también bautizos o bodas que han tenido que ser anulados o para los que hay que buscar una nueva fecha. Entre los que tenían previsto pasar por el altar en las próximas semanas está la cantante Chenoa, que se tenía que casar con el urólogo Miguel Sánchez Encinas el día 14 de junio. La boda se encuentra ahora paralizada.
En una entrevista a la revista ¡Hola!, la artista mallorquina revela que la COVID-19 ha hundido los preparativos de su enlace: "La boda está en pausa". Faltan dos meses para el gran día, pero la pareja ya tiene asumido que tendrán que buscar alternativas. Tenían en mente una ceremonia civil y muy íntima. Ahora piensan si aplazarla o celebrarla por su cuenta, los dos solos y sin ningún invitado: "La única razón para posponer la boda es esta difícil situación que estamos viviendo todos. Pero aún no hemos tomado la decisión", explica. "Me hacía mucha ilusión vestirme de novia y me sigue haciendo ilusión. A ver si, cuando levanten el confinamiento, al menos puedo hacerme la primera prueba del traje".
Además de amenazar la boda, la pandemia ha obligado a Chenoa a encerrarse en casa desde hace un mes. Miembro del jurado de Tu cara me suena, la cantante hace semanas que no puede ir a trabajar porque las grabaciones del programa están paradas. Quien sí que va cada día al trabajo es su chico, médico del hospital universitario Rey Juan Carlos de Madrid: "Él trabaja ahí y eso me provoca cierto estrés y nerviosismo, pero lo asumo. Me preocupo mucho por él y estoy muy pendiente. Cuando vuelve del trabajo, tomamos un café, hablamos de otras cosas, vemos series". Lo que ya no hacen es planear cómo será su boda. El "sí, quiero" de Chenoa tendrá que esperar.