El pasado mes de marzo, el actor y humorista Dani Rovira conmovía a sus miles de seguidores con una noticia que les dejó helados: le habían diagnosticado un linfoma de Hodgkin. Meses después, en agosto, el mismo cómico andaluz emocionaba al informar de que después de la quimioterapia, había conseguido superarlo.
Ahora, medio año después, ha continuado con la recuperación, y trata de dar ánimos, apoyo y calor a todos aquellos que han pasado y pasan por una situación tan delicada como la que le tocó vivir: "una de las montañas más duras" a las que se había enfrentado. Rovira no ha perdido nunca la sonrisa, ni cuando estaba enfermo, ni ahora. Pasado el dificilísimo trago, la carrera profesional de Rovira sigue dándole motivos de satisfacción. Tiene pendiente de estrenar el filme Mediterráneo al lado de Eduard Fernández. Muy pronto, lo veremos con su espectáculo de monólogos, Odio, grabado en su Málaga, que se emitirá por Netflix. Y de momento, hace unos días que lo vemos conduciendo el programa La noche D en TVE.
En uno de los últimos monólogos, hablando del dinero y de la felicidad, el cómico ha emocionado a los espectadores con unas palabras cargadas de ternura que han provocado una sonrisa cómplice al ponernos en la piel de alguien que durante unos meses, sufrió lo que sufrió. "La cuestión no es en ser rico o pobre, sino en aprender a querer lo que se tiene. La felicidad es que te pasen cosas buenas, pero también, que no te pasen cosas malas", dice un Rovira que aprovechando el contexto humorístico, suelta una filosofía de vida que nos tendríamos que aplicar todos juntos.
Rovira pone ejemplos hilarantes ("Cuando te entra un apretón y tienes un váter en tres segundos") y otros absolutamente conmovedores: "La felicidad está en las pequeñas cosas. Yo, hasta hace muy poquito, ¿mi felicidad sabéis cuál era? Que me volvieran a salir cejas... Mira qué tontería. Sí... ríete", le dice al público de plató. Se escuchan sonrisas. Sonrisas de felicidad porque haya salido adelante. Sonrisas porque aunque lo haya dicho en medio de un monólogo, con otros chistes, sabemos que es 100% real. Puedes ver el monólogo entero cliqueando en la foto. Vale la pena:
Dani Rovira aspiraba a ser feliz cuando le salieran las cejas. Y a nosotros nos hace feliz ver cómo le han vuelto a salir. Y lo que es más importante: cómo está bien de salud y sigue haciéndonos reír.