Daniel Day-Lewis se ganó a pulso ser considerado uno de los mejores actores de su generación. El intérprete británico, metódico, peculiar, misterioso, enigmático y reservado, especialmente con respecto a su vida privada, cuando se ponía ante los focos y las cámaras dejaba aflorar su inmenso talento. Una bestia de la interpretación. Un actor superlativo que se rifaban las productoras porque contar con él en sus películas era sinónimo de calidad. Un plus que elevaba cualquier película donde él actuara a un grado superior.

Interpretaciones y papeles memorables que le valieron premios, ganador de tres Oscars, reconocimiento, fama y dinero en películas de todo tipo. Pocas, eso sí. Menos de veinte. Pero atención a la lista de algunas de las más representativas porque es de traca: Gandhi, Una habitación con vistas, la insoportable levedad del ser, Mi pie izquierdo, El último mohicano, La edad de la inocencia, En el nombre del padre, The bower, Gangs of New York, Pozos de ambición, Nine, Lincoln o El hilo invisible. Para llevar muchos años en la industria, sin embargo, no se puede decir que participara en muchísimas películas, sino que escogía muy bien los proyectos donde quería participar, que compaginaba con obras de teatro. Un actor diferente al resto, del que, como habrán podido observar, hablamos en pasado. Pero no porque hubiera pasado a mejor vida, sino porque hace unos años decidió colgar las botas y retirarse, dejar la actuación y las películas.

Retirado del cine en el año 2017, desde el momento que dijo adiós no se lo había visto más que en un par de ocasiones. La última, en el año 2019, hace cuatro años. La última vez que se lo vio en público, cuando le hicieron una foto en el metro de Nueva York hablando por un teléfono móvil. Esta:

daniel day lewis metro
Daniel Day Lewis, en la última imagen, hasta ahora, que se tenía de él, en el año 2019

Esta era la última imagen que le habíamos visto. Pero ya ha llovido desde el 2019. Cuatro años donde el enigmático actor parecía haberse esfumado o que la tierra se lo hubiera tragado. Hasta ahora. El actor británico se ha vuelto a dejar ver y ha aparecido absolutamente irreconocible. A sus 66 años, ha sido fotografiado nuevamente en la ciudad de los rascacielos luciendo un largo pelo teñido de rubio, una gorra de color oscuro y un chillón chándal azul y también, como antes, hablando por su teléfono móvil. Al día siguiente, nuevamente las cámaras le tomaron una foto, con la misma gorra, pero cambiando la sudadera azul por una negra y con unos pantalones color amarillo. Day-Lewis iba esta vez con su mujer Rebecca Miller con la cual fue a comer algo por la zona de West Village.

Sus fans lo echamos de menos. Que vuelva.