Pues ya está. Se acabó. La semana mágica no de El Corte Inglés, sino del barcelonismo, ya se ha acabado de la peor manera. Una semana francamente desastrosa para los aficionados culés, que hemos ido recibiendo sopapos en la cara con la mano abierta uno tras otro. Primero, el martes, la eliminación de la Champions contra el PSG; al día siguiente, viendo cómo el Madrid eliminaba al City en un partido que en condiciones normales, habría perdido 99 de cada 100 veces; el sábado, viendo cómo el Barça femenino, nuestro salvavidas, también hacía aguas perdiendo la ida de las semifinales de Champions contra el Chelsea por 0 a 1 en Montjuïc y ya este domingo, la guinda del pastel, el Clásico del Bernabéu, derrota 3 a 2 y adiós a la Liga.
Un partido que se resolvió por un gol en el descuento de Bellingham, pero donde el mejor jugador del conjunto de Ancelotti fue el árbitro. Uno de aquellos arbitrajes a los cuales ya estamos acostumbrados, un nuevo robo a mano armada, con un penalti inventado, una segunda tarjeta amarilla perdonada a Camavinga, un posible penalti a Lamine que el VAR no revisó y sobre todo, un gol del joven de 16 años que no subió al marcador porque no les dio la gana. O lo que es lo mismo, porque sospechosamente no hubo ninguna imagen suficientemente nítida que indicara que la pelota rematada por el jugador del Barça a la salida de un córner atravesara la línea. Entre el árbitro y el VAR, sospechosamente hicieron que el gol no subiera al marcador. Es indecente, como dijo Ter Stegen, que se gaste dinero para estupideces y no haya pasta para tener una tecnología a la altura en la que algunos dicen, llenándose la boca, que es la mejor liga del mundo... Ni de coña.
En medio de este escándalo, abyecto robo a mano armada una y otra vez, lo mínimo que podría hacer el presidente de la Liga, el reconocido madridista y ex de Fuerza Nueva, Javier Tebas, es callarse. Ponerse la lengua donde le quepa, pero no abrir la puñetera boca si no es para pedir disculpas y reconocer que la Liga es una broma de mal gusto adulterada y hecha para que el Madrtid de sus amores gane. Ya pusieron a Soto Grado, el árbitro que más contenta a los merengues, a pitar el partido, pues no contentos con eso, ¿no va y este personaje siniestro de Tebas se hace el sarcástico en medio del partido? Repetimos, EN MEDIO DEL PARTIDO.
Es increíble cómo en España, el presidente de la competición, mientras dura el partido, mientras se ha producido el escándalo, se pone a escribir tuits haciéndose el ocurrente y pronunciándose, sin disimular, sobre la polémica, evidentemente, contrario a las críticas de los aficionados culés con el gol que no subió al marcador. Este tipo escribió un tuit publicando lo mal que funciona la tecnología en otros países, como justificándose. Un comentario lamentable. Y de entre los muchos que le han dicho que se vayan a freír espárragos, la maravillosa actriz y culé de cuajo, Diana Gómez.
La de Valeria, El crac o La casa de papel no se ha quedado callada y le ha dedicado una respuesta brutal: "Tanta testosterona da asco".
No se puede resumir mejor el asco que sentimos los culés.