Aunque el día D ya ha pasado, las informaciones sobre el caso de Daniel Sancho siguen apareciendo como setas. Ha sido así de constante desde que a principios del pasado mes de agosto saltara la noticia sobre que este joven, chef madrileño de 29 años e hijo del célebre actor Rodolfo Sancho, habría confesado matar y descuartizar el cuerpo del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Un lío brutalmente turbio que se concluyó —al menos entonces— con su detención y posterior ingreso en el centro penitenciario de Koh Samui.

Desde entonces, ha estado allí donde ha permanecido de manera preventiva hasta que las indagaciones policiales acabaran y empezara el proceso judicial. Acusado con contundencia por la Fiscalía de tres delitos: asesinato premeditado, ocultación y descuartizamiento del cadáver y sustracción de la documentación de la víctima para eliminar pruebas. Cargos sobre los cuales el detenido ya ha expresado su parecer, aunque ha costado. Después de postergar las vistas en el Tribunal de Samui con motivos del estilo necesito un traductor al español en la sala, el día D antes mencionado llegaba el pasado 13 de noviembre.

La detención de Daniel Sancho. / EFE
Imágenes de la vista en el Tribunal de Simui. / Telecinco

Solo una imagen fugaz del reo se ha filtrado a los medios de comunicación. Buscadísima, sin embargo. Daniel, rapado y vestido de presidiario. Las inquietudes morbosas de la prensa. Con todo, y aunque muchos se han mantenido en la sombra para evitar quedar relacionados con un asunto tan escabroso, el crimen del nieto de Sancho Gracia ha puesto sobre la mesa en toda una pedrera de personajes que se han vuelto protagonistas de la crónica negra y rosa estatal en los últimos meses. Es el caso de Silvia Bronchalo, su madre, separada del protagonista de Al salir de clase desde hace ya muchos años.

Fue la primera a dar la cara ante las cámaras de televisión cuando, una vez ya estaba permitido, viajó a Tailandia para reencontrarse con su hijo dentro de la prisión. A diferencia del padre, que no pasó por el país asiático hasta la llegada de septiembre, optó por instalarse en la isla y convertir en uno constante sus visitas al penal. Una implicación de la cual ya no queda ni rastro. No solo desaparecía del mapa cuando su ex viajaba a la zona, sino que ahora ya no se sabe ni dónde se esconde.

Silvia Bronchalo, segunda visita a la prisión tailandesa. / EFE

Paradero desconocido, mientras que ahora el rol de comprometido lo ejerce el intérprete. Ha sido él el responsable de trabajar en la defensa del 'youtuber' culinario, contratando los servicios del mediático letrado Marcos García Montes y acompañándolo a las Corts. De la madre, ni rastro. Y eso no lo es todo. Según publicaba el diario 20Minutos y se corroboraba en TardeAR, las diferencias de opinión en cuanto a cómo enfrentar la alegación, así como que no se haya tenido en consideración su opinión, habría provocado una "fuerte discusión". Ella está "enfadada, disgustada, decepcionada" y aseveraban que "su relación está rota".

Rodolfo Sancho sale de los juzgados. / EFE

El último movimiento público lo ha hecho Xènia Tostado, la pareja actual de Rodolfo Sancho. Las intervenciones las acostumbra a hacer de manera velada a través de sus 'stories' a Instagram. Última frase lapidaria: "todo lo que dices habla de ti: en especial cuando hablas de otro". Si eso es un dardo en Bronchalo o tiene otras connotaciones no será tan fácil de averiguar, pero podría encajar.

El 'stories' de Xènia Tostado. / Instagram

Daniel Sancho se ha declarado no culpable del asesinato premeditado y de llevarse el pasaporte de Arrieta. Solo reconoce el descuartizamiento del cuerpo. El movimiento arriesgado.