Una publicidad lamentable + unos comentarios lamentables en las redes sociales = el país más poblado del mundo en contra tuya. Este es el resumen de lo que le ha pasado a la prestigiosa marca Dolce & Gabbana en China.
GTRES
El escándalo es de proporciones mayúsculas. Todo empezó por un anuncio en la televisión china que ha sido tildado de racista, sexista y todos los "ista" que les vengan a la cabeza. El mundo de la publicidad a menudo provoca que iluminados que se piensan que han inventado la sopa de ajo hagan unos spots que se pasan de originales. Un anuncio para promocionar el catálogo de moda en aquel país y que se vio por la red social Weibo. ¿Qué se ve? A una chica china comiendo con bastoncillos. ¿Fideus? ¿Pato laqueado? No. Comida italiana. Todo 'muy normal'.
Un anuncio que ha indignado a los chinos por la ridiculización de la chica intentando comer un canoli italiano que provocó que todas las plataformas chinas de venta de moda online retiraran a los modelos de Dolce & Gabbana, que vieran como las ventas millonarias en aquel país cayeran en picado y que tuvieran que cancelar un desfile que tenían previsto. Las modelos se negaron a desfilar y celebridades como la actriz Zhang Ziyi ya habían anunciado su ausencia. Domenico Dolce y Stefano Gabbana han pedido perdón públicamente.
Un perdón, sin embargo, que ha sido insuficiente. Porque la cosa no queda aquí. Lo que más ha sulfurado han sido unos mensajes que se pudieron leer en el Instagram de Gabbana donde el diseñador italiano se refería a la China en términos como "país de mierda, con una mafia sucia, maloliente e ignorante", juntando en su análisis el emoticono de la caca. Él dijo que le habían pirateado la cuenta, excusa que a estas alturas de la película no ha convencido a nadie. El 33% de las ventas mundiales del mercado de lujo se sitúa en China... Las repercusiones para la pareja de diseñadores pueden ser de unas dimensiones gigantescas comparadas con el canoli que le hicieron comer a la chica china con bastoncillos.