En En Blau reconocemos la predilección que tenemos, como muchos catalanes, por Elena Gadel. Todo lo que hace, lo hace muy bien. Y siempre con su sonrisa marca de la casa y su bondad. Cuando cada día aparece en la pequeña pantalla durante la sobremesa, haciendo de 'Noe' en Com si fos ahir, es magnética, no puedes apartar los ojos de la tele. Veracidad a espuertas, su personaje es de los preferidos de la audiencia.
Cuándo sube a un escenario para cantar, ¿qué decir también? Su voz te transporta a otros mundos, sus canciones son una maravilla.
Por eso, todo lo que sea cargar pilas y fuerzas en su tiempo libre será señal que después, cuando la vemos actuar o cantar, lo dará toda al mil por mil. En sus imperdibles redes sociales a menudo vemos como pasa los (pocos) ratos libres cuando no está grabando o preparándose para hacerlo.
Acostumbra a mostrar imágenes de ella muy relajada, disfrutando del mar o de una piscina, cosa que la apasiona. Pero también la vemos a menudo al lado de sus dos hijos, Nil y Maria, que son pequeños, que la hacen reír con sus ocurrencias y con los que es imposible aburrirse. Con ellos y con su pareja, Toni Pagès.
Enamoradísima del también músico como ella, Pagès entró a formar parte, hace un año, del grupo Blaumut, siendo el batería. Pero lo que está claro es que para Gadel, vaya donde vaya su marido, toque donde toque, es el number one. Miren qué le decía cuando tocaron juntos en un concierto que dio al lado de Marta Robles: "Dejadme que diga que Toni Pagès es un batería de lo más en todo, en inteligencia musical y emocional. En el próximo bolo, te añoraremos, ya lo hago. Mi ángel".
Pero a veces, incluso los ángeles pueden irrumpir y romper la paz de cualquiera. Incluso los ángeles se pueden poner a tocar un instrumento en un momento de lo más inoportuno. ¿Anunciando alguna buena nueva o el nacimiento del niño Jesús? No, eso sólo lo hace el del belén.
Gadel ha publicado un breve, pero delicioso stories en Instagram donde muestra a sus seguidores cómo su pareja, de manera cómplice y amorosa, eso sí, ha impedido que la actriz tuviera un momento de tranquilidad mientras comía con el plato en mesa el pasado mediodía mientras pretendía escuchar las noticias que daba Raquel Sans en el Telenotícies Migdia. ¿Por qué? Porque se ha puesto a tocar la trompeta justo en aquel momento.
"Un poquito de paz mientras como... antes de ir a buscar a la niña y al niño", poniendo también un emoticono de cara de circunstancias y un saludo irónico a su pareja: "Toni, un saludo. Venga vale". Después, añade una petición hacia un buen amigo, el trompetista Jaume Peña: "Jaume, ¿lo quieres un ratito?", pide, rogando que, como mínimo mientras ella se relaja comiendo y mirando la tele antes de ir a buscar a los niños en la escuela, Toni se vaya con la música a otra parte, y nunca mejor dicho. Y que se lleve con él su trompeta.
Sea como sea, forman una pareja maravillosa, bien avenida, cómplice y con un talento descomunal de los dos. Nos encantan. Por cierto, aviso a navegantes, si todavía no han visto a Elena en directo, cojan lápiz y papel y tomen nota: el 12 de febrero a las ocho de la noche, concierto en Calaf con su inseparable Marta Robles, presentando Les dones de la meva vida. No se lo pierdan.