Carme Elias es una de las mejores actrices de la historia de Catalunya. Lo certifica su trabajo impecable en cintas como Camino, por la que en el 2009 recibió Goya a la mejor interpretación, así como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes que el Ministerio de Cultura español le otorgó el año pasado. Un año, el 2022, trascendental en su vida, ya que fue entonces cuando encontraba la ocasión –y se sentía preparada– para confesarse públicamente con la audiencia sobre un tema muy delicado. En el devenir del Brain Film Fest, la barcelonesa manifestó que le habían diagnosticado Alzheimer.
Carme, que ahora tiene 72 años, no ha querido esconder la realidad e incluso ha escrito un libro testimonial sobre su proceso personal que lleva por nombre Cuando ya no sea yo. Tampoco ha dejado de tener presencia en los medios de comunicación y ha concedido entrevistas en espacios como el Aquí Cuní de la SER para visibilizar este problema de salud. "Que no quede escondido en casa como algo feo. Los familiares también tapan al enfermo. Y como actriz tengo que decirlo al público que me ha seguido tanto de tiempo", expresaba. En su visita a los Punts de vista de TVE en Catalunya, no podía contener las lágrimas ante Tània Sarrias al reivindicar su derecho a morir dignamente: "Sé que llegará el momento en que ya no seré yo y que quiero decir adiós".
Ha sido el Espejo público de Susanna Griso el programa que este 24 de noviembre ha ofrecido las imágenes de una nueva entrevista con Elias. La grabación de una conversación con la periodista Marta Robles en el Teatre Lliure de Barcelona en que han tratado muchos asuntos sobre cómo es su día a día ahora que ya hace un tiempo que convive con la enfermedad.
Carme dice que a veces tiene miedo y se siente más segura encerrada a casa, pero que todavía a veces sale a dar alguna vuelta por el barrio porque sabe que si se pierde la ayudarán a volver a casa. También ha recalcado que la importancia de hacer "un testamento vital para saber cómo quieres tú, cuando ya no pueda decidir por mí misma, enfocar ese momento", añadiendo que está segura que sus familiares "respetarán mis deseos y eso no sabes la tranquilidad que me da". "Para la familia, por muy doloroso que les parezca o les sea, ellos sabrán que están cumpliendo mi voluntad". También ha hecho alusión a cómo llama al Alzhéimer: su amigo Al. "Esta enfermedad me excita una creatividad desconocida en mí".
Un encuentro tierno entre dos amigas con muchas cosas por explicarse, aunque la entrevistada tuviera que estudiarse algunas respuestas para no perder el hilo. Un encuentro de aquellos que no se olvidan.