Era el pasado lunes 7 de agosto de 2023 la fecha en la que el juez responsable del caso del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta decretaba la entrada en prisión provisional de Daniel Sancho. El chef de 29 años es hijo del actor Rodolfo Sancho, quien ya ha viajado hacia Tailandia para darle apoyo presencial en estos momentos. Precisamente Tailandia, el lugar de los hechos, es uno de esos lugares cuyas cárceles no tienen especial buena fama. Un caso paradigmático que también tuvo impacto a nivel estatal fue el de Yuyee, ex-cónyuge del televisivo Frank Cuesta, que también cumplió condena en un penal del país asiático.
Ahora que el proceso judicial se ha iniciado después de que Daniel se confesase como autor de matar y desmembrar a Arrieta, ya es de dominio público qué cárcel es por ahora su nuevo hogar. Un hogar con condiciones que en poco se asemejan al Haad Salad Villa, el hotel de cabañas frente a la playa en el que el hostelero estaba disfrutando de su estancia hasta hace bien poco.
Así es la prisión en la que ha ingresado Daniel Sancho
Salubridad e higiene cuestionables y un régimen de comidas nauseabundo son solo algunos de los aspectos con los que tendrá que lidiar a partir de ahora el preso Daniel Sancho. Y es que, a pesar de que la cárcel de Koh Samui, ubicada en el sur de Tailandia, destaca por ser una de las más benévolas de la zona, está lejos de una prisión tal y como nosotros las conocemos aquí. Tras un aislamiento de 10 días, de acuerdo con los protocolos de prevención contra el coronavirus, será cuando dé inicio su pesadilla particular. Para empezar, y como sucede en muchas otras cárceles tailandesas, la población reclusa supera los límites y los presos se ven forzados a convivir sin intimidad, hacinados tanto a la hora de dormir, como de asearse o comer.
De acuerdo con informaciones locales, nada de camas en esas celdas superpobladas. Los reclusos duermen en el suelo y solamente tienen acceso a tres mantas. Una de ellas les sirve, en realidad, como colchón, mientras que con las otras dos se las tienen que ingeniar para poder taparse y fabricar su propia almohada. El agua es un bien escaso y las posibilidades de ingesta son limitadas. La revista Semana recoge un testimonio sobre los desayunos allí, basados en un "arroz de aspecto desagradable y caldo maloliente, con algunos huesos, igual que la cena". Aun así, el verdadero infierno está por llegar, pues según apunta Informativos Telecinco, no será este el lugar en el que Sancho se encuentre cuando la celebración de su juicio esté próxima.
"Quiero volver a España, moved cielo y tierra"
El segundo destino será la Bang Kwang Central Prison, un penal para prisioneros extranjeros que serán enjuiciados por delitos graves, como es el caso del asesinato. Conocida como "la cárcel de la muerte", allí las condiciones son todavía más duras y extremas. El Cierre Digital destaca que los prisioneros, incluso, deben ir con grilletes. Las informaciones difieren sobre la duración de esta práctica, mientras que algunos medios apuntan a que esto solamente sucede durante los primeros tres meses después del ingreso, si se trata de un condenado a muerte, podría extenderse hasta el día de su ejecución.
Daniel Sancho hacía declaraciones antes de su entrada en prisión para El programa del verano en las que ya anticipaba que "mañana estoy con 20 personas en una celda".
“Quiero volver a España, moved cielo y tierra. Seguid con cobertura mediática”, insistía en la misma intervención. Por ahora, queda esperar para saber cuál será el devenir final de los acontecimientos. Precede a su caso el de Artur Segarra, otro desalmado de origen español que terminó con la vida de un hombre en Tailandia. Fue condenado a muerte, pero, finalmente, el rey Vajiralongkorn conmutó su pena.