A finales de los 90, principios de los 2000, tres jóvenes actores catalanes llenaban los teatros de toda Catalunya, salían en programas de televisión y provocaban en el público una avalancha de carcajadas con cada espectáculo. Fel Faixedas, Carles Xuriguera y Quim Masferrer. O lo que es lo mismo, Teatre de Guerrilla. Han pasado los años, después de ser tres fueron dos, con la marcha de Masferrer, y ahora, cada uno vuela por su cuenta. Xuriguera dedicándose a hacer vino y a sus bodegas, Masferrer haciendo El Foraster y espectáculos en solitario. Igual que Faixedas.
El actor y humorista Fel Faixedas vuelve a los escenarios con 'El motivador', que se puede ver en la Sala Versus Glòries hasta el 1 de noviembre, una obra donde interpreta a un pescadero que ha abandonado su profesión para hacerse asesor motivacional, un coach que habla con mucho humor de las cosas que le pasan, también a él mismo, mezclando experiencias vividas a lo largo de su vida. Un monólogo donde Faixedas, a los 50 años, intenta "repartir felicidad, pero de manera muy desnuda. Me gusta mucho reírme de mí. Soy feliz haciendo reir a la gente con las historias que me han pasado". Toda una declaración de intenciones que le hizo Faixedas a Anna Pérez Pagès en el excelente Àrtic, programa indispensable de Betevé.
Y lo que dice Faixedas es fácilmente constatable yéndolo a ver al teatro o escuchándolo en los medios. Una de las mejores secciones del Islàndia de Albert Om en RAC1 es, sin duda, cuando Faixedas explica historias que le han pasado (o no), y los oyentes tienen que averiguar si son verdad, cosa que acostumbra a pasar. Situaciones surrealistas e íntimas que el actor explica de manera hilarante. Y una de estas experiencias vividas la reveló precisamente en el Àrtic, cuando Pérez Pagès le pregunta si sigue escogiendo hoteles que tienen jacuzzi...
Faixedas estalla en una carcajada y explica el por qué de su obsesión: "Ahora me he hecho mayor, y, ya muchos artilugios en la habitación, mejor que no. Pero sí que era una obsesión... También es verdad que tres veces he quedado como medio desmayado...". Por ejemplo, la primera vez que fue a un hotel con jacuzzi, en el País Vasco, con su mujer: "Yo no sabía cómo iba un jacuzzi. Empecé a preparar agua caliente mientras mi mujer se iba preparando para entrar. Y aquella agua caliente me hizo un corte de digestión, una bajada de tensión. Mi mujer me tuvo que sacar del jacuzzi y llevarme al CAP... Era la primera vez que nos marchábamos con mi mujer... Debería decir: 'òstia, qué vida que me espera'"... Sensacional. Vale la pena escucharlo. E irlo a ver al teatro. Se lo pasarán bien y reirán. Porque tal y como él mismo dice en su obra: "Si queréis ser felices, reíd y follad"... Le haremos caso.