Lo sacan de una plaza de toros y actúa como un pulpo en un garaje. Francisco Rivera tiene menos luces que un barco pirata y cada vez que abre la boca lo confirma. Simpatizante falangista y firme militante del anticatalanismo, el torero se ha hecho bastante popular entre los ultras, a base de atacar a los indepes cada vez que tiene la ocasión.
Pero parece que los catalanes no son lo único que detesta. Francisco Rivera, que acaba de ser padre de su tercer hijo, empieza a estar un poco harto de cuidar criaturas. En un encuentro con la prensa, el torero explica que "el bebé ahora mismo no sirve para nada". Qué disgusto. Quizás esperaba que, con tan sólo un mes, el niño se pusiera de pie para bailar una jota. De momento, quien se hace cargo del bebé es la madre: "Ella disfruta vistiéndolo, cambiándolo, peinándolo...".
Durante su conversación con los periodistas, el matador les confiesa que no quiere volver a ser padre, y ha decidido que con 45 años ha llegado la hora de plantarse: "No quiero ser un papuchi, ahora me voy en cortar la colita". Solo le ha faltado decir que esto son "cosas de mujeres".
Igualito que Julio Iglesias... "y lo sabes".