Las alfombras rojas son siempre un acontecimiento destacado en la agenda de las celebrities de todas partes, pero la gala MET va todavía más allá. El Metropolitan de Nueva York se ha vestido de gala de nuevo para recibir a los actores y actrices más mediáticos de estos últimos años, disputándose ferozmente el título de vestido más estrafalario.
¿Ángeles o demonios? Este parece haber sido el lema de este año, escogiendo todos unos diseños dignos de análisis. Las reminiscencias a las procesiones han estado bien presentes, con alas de ángel y coronas extragrandes. La moda parece quedar en un segundo plano, brillando todas pero en el mal sentido de la palabra.
Una de las más espectaculares siempre es Katy Perry. La cantante es conocida por la excentricidad que sigue siempre a la hora de escoger vestuario y en una gala que llama a hacerlo se ha sentido como casa. En esta ocasión ha optado por un vestido de angelita, con unas alas enormes de plumas y un diseño en dorado. Todo, acompañado de unas botas altas del mismo tono chillón y el pelo en rubio platino.
¿Pero cómo empezar a hablar de este desfile de famosas sin citar Rihanna? Su vestido del año pasado se convirtió en meme en pocos segundos y muchos esperaban ansiosos la elección con la que sorprendería ahora. Pues bien, ha optado por un conjunto casi papal, un claro guiño al Papa Francisco. ¿Le ha robado la mitra? El minivestido de escote corazón y la capa de la misma textura y estampado en blanco y negro no tienen tampoco pérdida.
Pero para estilo que recuerda a procesión, el de Sarah Jessica Parker. La actriz de Sexo Nueva York ha lucido un Dolce&Gabanna espectacular, un vestido en dorado con grandes hombreras, corazones bordados y un paso de Semana Santa en la cabeza. Eso sí, la flor en el pelo no ha faltado. Otro accesorio en la cabeza que ha dejado a todo el mundo con la boca abierta ha sido la corona de Madonna. La excéntrica cantante ha optado, por su parte, por un Gaultier en negro de estilo medieval, con un corsé y un vuelo de seda que quedaban en segundo plano deslumbrado por una tétrica rosa negra en que llevaba al a mano.
¿Pero y Lily Colins? La joven actriz también ha dejado con un palmo de narices. Ella se ha decantado por los conventos, llevando un vestido negro que recordaba al estilo clásico de los hábitos. El maquillaje iba un paso más allá, simulando unas lágrimas en las que no te fijas antes que en la gran corona que llevaba en la cabeza.
El rojo ha sido el color que tenían que escoger aquellas actrices que preferían arriesgarse y apostar por un look digno de infierno. Blake Lively y las escaleras del MET son sinónimos desde que se hiciera famosa gracias a su papel de pija en la mítica Gossip Girl. Son incontables los planes maléficos que organizó con su amiga íntima Blair Waldorf en aquellas escaleras, pero ahora ha puesto sin ella. Su vestido ha sido de los más elaborados de toda la gala, llegando con un diseño enorme con una cola inmensa. El Versace que ha escogido ha sido de los más aclamados, con una parte de arriba en dorado y una cola en rojo granatoso y un bordado también en tono oro. La corona ha sido el accesorio perfecto.
También de rojo ha ido Nicky Minaj, una de las cantantes más polémicas. Las joyas que ha llevado han llamado mucho la atención, con una corona en negro y rojo y una gargantilla extravagante. ¿El vestido? Con un escote muy exagerado y una apertura lateral que dejaba al descubierto su pierna. La capa la ha llevado en un tono un poco más oscura, llevándola como un chal y haciendo gala de sandalias de moda con la tendencia del pelo.
Anne Hathaway, la mítica Princesa por sorpresa, tampoco no se perdió esta peculiar gala. Ella, igual que estar últimas, optó por el rojo diablo. En su caso lució un vestido con un vuelo muy exagerado, de escote irregular y lazo en la espalda. La corona también destacó, siendo de estilo griego y pinchos.
Pero el dorado ha sido el tono con más presencia en la alfombra roja. Irina Shayk o Kim Kardashian han optado también por dejarse ver con un vestido de este tono. El de la ex de Cristino Ronaldo ha sido de los más bonitos y 'normales', compuesto por un gran escote en v en un cuerpo de lentejuelas y una falda con un tejido que simulaba las ondulaciones de las plumas y que daba protagonismo a su larga pierna con una abierta lateral. ¿Y las sandalias? Clásicas en dorado.
La siempre polémica Kardashian ha protagonizado uno de los looks más sensuales. Con un escote que prácticamente dejaba al descubierto sus pechos, el diseño marcaba muchísimo la cintura, haciendo gala de grandes caderas y con dos cruces bordadas en la tela.
Parece que la gala del MET de este año ha seguido su tónica estrafalaria que ha adquirido en estos últimos años. ¿Ángel o demonio? ¿Por qué os decantáis?