Georgina Rodríguez vive los mejores años de su vida. La novia de Cristiano Ronaldo se ha convertido en toda una estrella planetaria, un éxito que seguramente no hubiera soñado nunca. De camarera, bailarina y dependienta de tiendas de lujo a multimillonaria e invitada estrella de la Mostra de Cine de Venecia (con pifia de vestuario incluida). La hispano-argentina arrasa. Y ella se estruja al máximo, aprovechando su juventud, su belleza y el interés que genera a raíz de su relación con el segundo mejor jugador de fútbol del planeta, con quine podría casarse en un futuro próximo.
El jueves pasado, Georgina Rodriguez hizo una aparición en el Venice Film Festival 2020 y luego de ello, fue señalada por olvidar quitar la etiqueta de su vestuario🙈.
— Reportero Rosa (@ReporteroRosa) September 7, 2020
¿Les ha pasado?👂🏻 pic.twitter.com/HqllaZ20kJ
Rodríguez es toda una 'it girl' y sabe complacer a sus 21 millones de seguidores de Instagram... y unos cuántos millones más de fuera de las redes. Su última fotografía, por ejemplo, lo consigue por un doble motivo. Primero, por su exuberancia en bikini, emulando a las "chicas Playboy" más provocativas de la historia. Su anatomía generosísima es un imán de 'likes' y de miradas adultas, aunque también desata las carcajadas del universo virtual por lo que se ve en la foto: un pie gigantesco que no se corresponde con sus medidas corporales. La sospecha del 'photoshop' es más que evidente, y parece seguir los pasos de Carmen Lomana, experta en deformar el mundo en sus instantáneas. Los fetichistas, sin embargo, estarán encantados.
Quiera o no quiera, la mujer llama la atención. Es extraño, eso sí, que no la llamen de algún club de fútbol femenino: con este calco pulverizaría el registro de goles de CR7. Lástima, eso sí, que sea producto de un (d)efecto óptico.