En las españas tienen tendencia a perpetrar esperpentos grotescos de cabra y pandereta a la mínima de cambio. No pierden la oportunidad de sacar la caspa y el polvo a la bandera y a la mínima que pueden, demuestran cómo se pueden superar cuando de hacer el ridículo se trata. Rubor en grado máximo y ellos, tan contentos. Como acaba de pasar en Albacete. Pocas cosas gustan más a las autoridades y cuerpos del estado que una inauguración donde poder lucir la rojigualda. Y eso es lo que han hecho unas 25 personas en el municipio de Ossa de Montiel, en Albacete. ¿La excusa?... Inaugurar una rotonda... Pausa para procesarlo. Unos segundos para digerirlo. Lo volvemos a repetir por si acaso: inaugurar una rotonda. Una rotonda que tiene un monumento dedicado a la Guardia Civil y que ha compartido orgullosa la Benemérita de aquella zona, mostrando cómo una quincena de los agentes del cuerpo posaban satisfechos con el tricornio al lado de la placa en honor a su tarea, y bajo un sol de justicia... y la bandera española.
"Esta mañana el Ayuntamiento de Ossa de Montiel ha inaugurado una rotonda donde se ha rendido un homenaje a la Guardia Civil. Tras el izado de la bandera nacional se ha descubierto una placa conmemorativa. La banda municipal ha interpretado el himno nacional y el del Cuerpo". Chim pum. Flores banderas y amarillas, la bandera ondeante, los guardias civil plantados y bien cuadrados en la rotonda y una puesta en escena que hubiera hecho las delicias del difunto y recordado Luis García Berlanga. Ni 'La escopeta nacional' ni leches, habría pensado. Nada como la realidad y el ridículo que proporcionan los cuerpos del estado español en pleno año 2022. Pero si todas estas imágenes provocan vergüenza ajena, espérense a ver otra que ha generado una avalancha de comentarios en las redes, con todos los asistentes al acto bien apretaditos para que salgan todos en la foto. Como dice un usuario, "Inauguración de una puta rotonda. Ahora imaginad la inauguración de unos JJOO en el Pirineo":
De entre todos los comentarios que ha generado la imagen, destaca uno del maravilloso Lluís Llach, al que sólo le han hecho falta cinco palabras para que se le entendiera todo lo que quería decir.
Cinco palabras para que nos fijáramos en uno de los miembros de la foto, que evoca épocas pretéritas. La red, no por acostumbrados, ha dejado de sorprenderse delante de una nueva muestra de tufo de rancio en las españas: