La actriz Gwyneth Paltrow ha demostrado sobradamente que además de una excelente actriz, es también una persona para la que el bienestar y un estilo de vida saludable es esencial. La ganadora de un Oscar por Shakespeare in love se preocupa por ella y por los suyos. Famoso se hizo el regalo que le hizo a su madre para que fuera por la vida con una sonrisa en la cara, al regalarle un carísimo consolador dorado valorado en 15.000 dólares para el día de la madre.
Paltrow tiene, además, una empresa dedicada al wellness donde vende productos para promover un estilo de vida saludable y donde predica con el ejemplo: siendo ferviente seguidora del clean sleeping, una terapia relacionada con las horas de sueño; haciendo un rato de ejercicio cada día; comiendo alimentos ricos en nutrientes; llevando huevos de jade en la vagina para fortalecer los músculos vaginales, etc. Ahora, sin embargo, ha revelado otra de sus costumbres habituales.
Para combatir el estrés, la intérprete de Seven no pasa una noche desde hace 24 años -cuándo tenía 22- en que no tome un baño. Pero no uno cualquiera: "Enciendo una vela y dependiendo del día, me tomo, o bien una taza de te o una copa de güisqui", asegura la actriz, que empezó con esta costumbre mientras estaba en Londres grabando la película Emma.
Por cierto, en su web, Paltrow hace una serie de recomendaciones para regalar de cara a esta Navidad. Y como no podía ser de otra manera, la originalidad de la actriz queda bien patente con la lista propuesta: un coche eléctrico, un pijama de Louis Vuitton, un desayuno con jirafas... y comprar una aldea abandonada de Galicia, o Muiñovedro, a la venta por 150.000 euros.