La noticia de la muerte de Itziar Castro cogía a todo el mundo desprevenido el pasado 8 de noviembre. Lo anunciaba en primera instancia el director y guionista Frankie de Leonardis a través de un hilo en su perfil de la plataforma X en que, aparte de hacer público el deceso, aprovechaba para reconocer la importancia de la catalana en la industria del entretenimiento y en materia de activismo. "Es con profundo pesar que informamos del fallecimiento de la talentosa actriz Itziar Castro, ocurrido la pasada noche. Con una carrera destacada en la industria del entretenimiento, Castro dejó una huella imborrable con su notable actuación y carisma", escribía. Lo hacía horas antes de que diligencias informativas, a la espera del informe de un forense, afirmaran que la causa de la tragedia habría sido un paro cardiorrespiratorio a 46 años.

Infinitud de rostros mediáticos de campos tan diversos como la política, el periodismo, la música y la interpretación quisieron despedirse de la barcelonesa con tuits muy emotivos. Véanse casos como el de Julia Otero, Ione Belarra, Eduardo Casanova o la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz. Un alud de pésames y apoyo para la familia y amigos de Castro al que, más tarde, se sumarían los reyes de España. Lo hacían con un telegrama, recogido por Europa Press, dirigiéndose a los seres amados de la actriz de El cor de la ciudad en el que alababan su trayectoria: "Actriz carismática cuyo enorme talento la hizo merecedora de una nominación al Goya como intérprete revelación", destacando también "su capacidad para llegar al público español a través de su actuación y discurso".

Desgraciadamente, la muerte de la encargada de poner vida a Goya Fernández en el drama carcelario Vis a vis también ha tenido una cara oscura. Infinitud de reacciones en la red obviaban la tristeza que las personas de su alrededor podían estar sufriendo y aprovechaban para hacer burla del físico de Castro en un ejercicio clarísimo de la gordofobia más rancia. Hasta Jordi Basté acabó por pronunciarse, pidiendo respeto para la familia y dejando claro que no era el momento para abrir debates sobre la obesidad. Y la cosa no queda aquí. Uno de los eurodiputados ultras con el dedo más suelto a la hora de hacer uso del antiguo Twitter tampoco ha hecho gala de una empatía excesiva.

Hermann Tertsch, de Vox, ha respondido furibundo al pésame de la monarquía: "Señor, los españoles están alarmados por un golpe de Estado, por un gobierno pactado con criminales, por una amnistía que destruye toda legalidad, todo resto de igualdad, amenaza la seguridad y vida de nuestros hijos y nietos y hunde a España cada vez más en la miseria, la tiranía y el abuso".

A Tertsch no le parece adecuado que reconozcan el trabajo de una persona que acaba de morir. "Muchos le tenemos que rogar encarecidamente que pida a la Casa Real revise sus prioridades". Imaginamos que encuentra mucho más prioritario quemar una fotografía de Jorge Javier Vázquez en la manifestación más alocada del unionismo, por ejemplo.

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Hermann Tertsch, Vox. / EFE