La profesión del 'influencer' irrumpió hace algunos años en el panorama de Internet para convertirse en uno de esos oficios incomprensibles y ultracontrovertidos. Surge siempre la duda sobre en qué consiste, realmente, eso de influenciar a alguien. Sobre si es esto un trabajo de verdad, pues dista mucho de lo que históricamente se ha concebido como un oficio. El caso es que, en realidad, es bien sencillo porque la cosa va de tener fans. Lo que viene siendo un famoso de toda la vida, pero adaptado a los tiempos modernos.

Dulceida, la 'influencer' original. / GTRES

A los escenarios modernos también, por supuesto. Instagram, Twitter, TikTok y otros lugares intangibles. Hay algo, sin embargo, que no perdona. Por mucho que haya habido un salto paradigmático, a los famosos se les reclama pronunciarse. Lo que vulgarmente acotamos como mojarse, vaya. Algo que cuando tienes millones de seguidores en la red es importante, puesto que los adeptos a tus 'stories' y 'posts' varios quieren saber cuál es tu parecer sobre asuntos de importancia general. Se convierte en algo todavía más importante cuando los ingresos no vienen directamente determinados por los 'likes', sino por las empresas con las que colaboras para formar parte de campañas publicitarias. Siempre hay que ir con cuidado.

Y en esa línea se ha acabado pronunciando una de esas 'influencers' cuya personalidad pública nació tras pasar por la televisión. Son similares los casos de viceversas como Violeta Mangriñán u Oriana Marzoli. Eso sí, la instagrammer que aquí nos concierne se ha nutrido más de su apellido. Hablamos de Laura Matamoros, madrileña de 30 años, que en su CV cuenta con logros que convencerían a cualquier recruiter. Ganar Gran Hermano VIP 4, colarse en la final de Supervivientes 2017 y ser hija de Kiko Matamoros. Ahora ejerce de experta en 'lifestyle' en Vamos a ver. Lo es todo.

Laura Matamoros en Gran Hermano VIP. / Telecinco

La cuestión es que, si bien se acostumbra a pedir opiniones sobre polémicas y eventos destacados, que Laura se haya pronunciado sobre las manifestaciones ultras de Ferraz en contra de la ley de amnistía ha dejado bien claro cuál es su parecer en lo que a la política respecta. A través de un vídeo en historias, aparentemente distendido, pillada en medio del cocinado de un guiso, la granhermana comenzaba un discurso sobre los porqués de no decir nada al respecto que no ha dejado indiferente.

"Estoy escuchando en la radio cómo está el tema de las manifestaciones... Yo, en concreto, no he podido decir antes lo que pensaba. Primero, porque tengo miedo, y voy a ser muy franca y muy directa. Porque se me puedan caer campañas, o porque a la gente no le guste lo que opino", expresaba. Sin embargo, lejos de quedarse al margen y evitar posicionarse, su conclusión terminaba despejando cualquier duda. Si está o no de acuerdo con las protestas, en definitiva. "Creo que España está en las calles por algo, que es muy importante y qué viva España, ¿no?". Estalló la bomba. 

"Espero que no se me caiga ninguna acción después de esto", dice. La Laura más temerosa es españolista. No se podía saber.