Cada vez queda menos para que se celebre el juicio por el caso de Daniel Sancho. El hijo del célebre actor Rodolfo Sancho lleva encarcelado en el penal tailandés de Koh Samui desde el pasado 7 de agosto, acusado del asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Más de dos meses encerrado en uno de los países con régimen penitenciario del mundo que ya le han pasado factura. Así lo demuestran las imágenes que recientemente hacía públicas TardeAR, en las que podemos ver que poco queda del aspecto con el que apareció por primera vez en nuestras televisiones cuando era detenido. Ni rastro de su larga y rubia melena o su rostro descansado. Ahora lleva el pelo rapado por normas de la prisión y sus ojeras no denotan un estado físico y anímico demasiado bueno.
Mientras él se mantiene allí, haciendo deporte y ocupando la mente, fuera se siguen sucediendo todo tipo de informaciones al respecto. Ya ha llegado el día 17 de octubre, una fecha determinante en procedimiento, ya que acaba el plazo de la Fiscalía —a pesar de existir la posibilidad de una prórroga de doce días— para elevar al juez sus conclusiones una vez que la policía ha aportado toda la información y documentación que tiene sobre el suceso. El caso es que, como ya avanzaba en exclusiva el programa Y ahora Sonsoles con la presencia de la criminóloga Carmen Balfagón, podría haber un cambio en el relato tal como lo conocemos hasta el día de hoy. De acuerdo con la información aportada por la policía, se sabe que la intención es acusar a Sancho de asesinato premeditado y solicitar la condena a la pena de muerte. Una premeditación que, ahora, queda en entredicho.
El larguísimo informe de los abogados de España que el protagonista de Al salir de clase ha contratado para defender a su hijo, elaborado por el despacho de Balfagón y el también criminólogo Ramón Chippirrás, sostiene que las herramientas que Daniel compró el día previo a asesinar Arrieta —entre las cuales encontramos un cuchillo y una sierra— no tienen por qué estar directamente relacionadas con la muerte del facultativo, ya que él ejerce como chef y las habría adquirido por motivos de trabajo.
Además, el documento también aporta imágenes inéditas de la investigación que ya son de dominio público. Las escalofriantes instantáneas en cuestión muestran las bolsas de plástico en que, presuntamente, el 'youtuber' culinario almacenó las partes del cuerpo de la víctima que había desmembrado y las repartió por diferentes lugares del país asiático. Sin embargo, parece que estas bolsas no coinciden con las que las cámaras de seguridad lo captaron comprando en el comercio antes mencionando. No habría coherencia, pues, con el relato de la policía.
El mediático letrado Marcos García Montes viajó a Tailandia con el padre para visitar a su defendido en la prisión. Ahora, se conoce que volverá a desplazarse hasta allí, pero sin acompañantes. Empieza una nueva fase del crimen que más titulares ha llenado en los últimos tiempos: la última para conocer el devenir del asunto. El foco vuelve a Koh Samui. Cuenta atrás.