Una de las sagas más famosas del colorín español de las últimas décadas está, literalmente, saltando por los aires. No ha sido nunca una familia convencional, ni discreta ni calmada, pero una vez muerto el patriarca todo se ha descontrolado y sin posibilidad de dar marcha atrás. Todo, claro, por la herencia. Hablamos del difunto torero Jaime Ostos, fallecido con 90 años por un infarto, mientras pasaba las fiestas de Año Nuevo de 2022 en Bogotá. Murió, se explicó aquellos días, sin sufrir. Un final tan dulce como paradójico, repasando su biografía llena de porquería.
Ostos dejaba a una viuda, Mari Ángeles Grajal, y hasta 4 hijos de dos matrimonios y una aventura. La mayor, Gabriela. Después tenemos a Jaime Ostos Jr., que vive en EE.UU. Hay un salto de 20 años para encontrar al siguiente de la lista, Jacobo, el más conocido mediáticamente. Y finalmente, Gisela, la más pequeña y reconocida por vía judicial. Un lío. En total son 5 personas para disputarse un pastel que todavía no ha quedado medido por palmos. Especialmente porque parece que hay dos personas que se quieren imponer sobre el resto, vistas las acusaciones y acciones judiciales anunciadas, en directo y por televisión, de uno de ellos: Jaime. Enemigo irreconciliable, dispara nuevamente y con balas explosivas, contra la dupla Mari Ángeles - Jacobo. Dos amigos, conocidos y saludados de toda una hermana del rey de España: la infanta Elena. La relación es especialmente próxima con Grajal, que la tiene por invitada de honor en la jarana torera que organiza desde hace años.
Que hay buena relación entre la viuda y la royal es evidente. Pero no si Elena conoce todo el historial que se atribuye a su colega. Jaime Ostos hijo la acusa de adúltera y mentirosa. De haber engañado a su difunto padre y lo que es más fuerte: un secreto escandaloso, como que Jacobo no tiene ni una gota de sangre Ostos. "Esta señora cuando se quedó embarazada tenía un amante, y Jacobo se parece un montón a este señor". No ofrece nombres, pero remite a la hemeroteca y que cada uno saque sus propias conclusiones. Eso sí, él llevará el caso a la Justicia, anuncia solicitud de prueba de ADN. Conociendo a Jacobo, se subirá por las paredes. Tiene un carácter volcánico, el que heredó en casa. Ahora queda la duda de si también es cosa de herencia genética.
A Jacobo se le acumulan los problemas; hace unas semanas ya se peleó con su hermana mayor en Telecinco. Pero la ofensiva de Jaime es brutal, les pone contra las cuerdas. "Tengo toda la documentación para desmontar lo que ha dicho Jacobo en un juzgado. No sabemos si se hizo testamento y hasta hace poco no teníamos ni el certificado de defunción de mi padre. Sigue sin estar registrada la defunción en el Registro Civil". Relata cómo le llegaron a ocultar la muerte del padre: "Llamé a Grajal y no me cogió el teléfono. Llamo al teléfono de mi padre y lo coge ella y me dice que ha fallecido. Le pedí que me dieran unas horas para poder llegar a Colombia desde Estados Unidos y poco después me mandó una foto de mi padre entrando en el crematorio. Habían pasado 13 horas. Hizo lo que le dio la gana con el cuerpo de mi padre y Jacobo fue a una televisión antes de llamar a mis hermanas y a mí". Esta guerra promete. Sangre, vísceras y genoma.