¿Cuántas veces nos hemos sorprendido negativamente al revisar nuestras fotos y descubrir que salimos feísimos? ¿Que la cámara ha capturado la peor de nuestras caras? Un gesto, una mueca, una mala época o, incluso, la cruda realidad para la mayoría de nosotros: la fotogenia no es nuestro punto fuerte. Seguro que han sido muchas ocasiones. Pues bien, mientras a la mayoría nos resignamos a aceptar la realidad, hay que, como vive de eso, actúa. Por ejemplo, la reina del cotilleo por antonomasia en el estado español: Isabel Preysler. No puede salir desfavorecida, y no puede quedar ningún testimonio. Cueste lo que cueste. No siempre lo consigue, eso sí.

Isabel Preysler muy operada / GTRES

Isabel Preysler hace mueca saludando a Albert Rivera / GTRES

Isabel Preysler y Vargas Llosa / GTRES

La pareja del catalanófobo Vargas Llosa tiene su guardia pretoriana mediática, siempre vigilante para tenerlo todo bien atado. Su arma, el bolsillo. Pagar para esconder estas fotos en un cajón. Es lo que hace revista de cabecera: les ofrecen las imágenes y las compran a toda prisa para no publicarlas. Censura, vaya. Como hicieron con una serie de instantáneas horripilantes de Preysler en un photocall en Roma en 2013, y que han visto la luz en T5. Son del paparazzi Diego Arrabal, que siempre se reserva un as en la manga: vende las fotos, pero los derechos vuelven a ser suyos 6 meses después de pasar por caja. De esta manera las ha podido enseñar en 'Viva la Vida', destrozando la imagen de perfección de la madre de Tamara Falcó, de 69 años: un festival de muecas extremas que dejan ver a la perfección una piel muy diferente a la de las revistas. Vaya álbum.

ISABEL PREYSLER FOTO "AUTORIZADA" (2013):

Isabel Preysler con Tamara Falcó photocall 2013 / T5

ISABEL PREYSLER FOTOS ESCONDIDAS 2013:

Isabel Preysler desfavorecida fotos de Diego Arrabal / T5

Según el programa, empeñados en encontrar excusas para disculparla, todo se debía a que su marido Miguel Boyer empezaba a tener un salud deteriorada. Sea como sea las fotos sólo demuestran una cosa: por mucho que se vanaglorien de "pijas", operadas y supuestamente ideales, son tan humanas e imperfectas como el vecino del tercero, el chófer o el mayordomo de los bomboncitos.