Isabel Rábago no tenía bastante haciendo el ridículo en los platós de televisión y ya hace meses que decidió explotar su experiencia en los medios para dar el salto al mundo de la política: ahora también se deja en evidencia gestionando la comunicación del PP en la Comunidad de Madrid. Si lo pensáis, la periodista cántabra era la candidata ideal para el trabajo. Más española que la tortilla de patatas, Isabel Rábago acabó a gritos con el rey Baltasar de la cabalgata de este año en Barcelona, indignada porque hablaba catalán (¿quién se ha creído que es?), y tiene experiencia en programas del estilo de Sálvame.
Pero en la escalera de Rábago hacia la vergüenza ajena siempre hay un peldaño más. Después de sacar a relucir un anticatalanismo sin complejos, la comunicadora se suma a las tesis del PP sobre feminismo (cómo no podía ser de otra manera) y vuelve a humillarse públicamente haciendo gala de su desconocimiento sobre la materia. "No, no soy feminista. Soy femenina y me gusta ser mujer", dice mientras sonríe mirando al suelo, sin ningún tipo de vergüenza por la barbaridad que acaba de soltar.
Isabel Rábago no es ni machista ni feminista. Es una mujer. Y las feministas son un plátano. La comunicación del PP de Madrid, a manos de una tertuliana de Sálvame que desconoce el significado de las palabras que utiliza. La Real Academia Española lo deja bastante claro. Feminismo: Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre. Es eso. La lucha por la plena equiparación. Nadie por encima de otro.
La reacción de miles de personas, que no se pueden creer lo que acaba de decir, es inmediata. La gran mayoría, indignadas. El ridículo de Isabel Rábago también recibe la réplica de otras periodistas, de la altura de Carme Chaparro o Elisa Beni.
Isabel Rábago no se cansa de dejarse en evidencia. Pero suerte siempre hay alguien preparado para ponerle los puntos sobre las íes cuando se pasa de rosca.