Ismael Serrano es un cantautor madrileño que empezó a hacerse un hueco a mitad de los años 90 con temas como La extraña pareja, Si se callase el ruido o Papá, cuéntame otra vez. Artista a quien muy pronto colgaron la etiqueta de "comprometido" con diferentes causas sociales, acaba de vivir una situación parecida a la que protagonizó no hace mucho Joan Manuel Serrat cuando alguien del público le gritó en medio de un concierto que cantara en catalán.
Serrano también ha detenido un concierto suyo. Pero esta vez el grito que oyó en la platea fue "Libertad presos políticos!". La respuesta del cantautor madrileño, sin embargo, no fue tan contundente como la del noi del Poble Sec, ni en un sentido, ni en el otro. De ahí que le haya llovido críticas por "equidistante".
"Ayer en el concierto de Sant Cugat, un grupo de personas empezó a gritar 'Llibertat Presos Polìtics', tras lo cual comenzó una discusión entre los asistentes que empezó a elevar el tono". El mismo cantante explica cómo vivió los hechos y cuál fue su respuesta: "Me sentí con la obligación de pedir calma y hacer una llamada al entendimiento. Están obligados a dialogar y a entenderse, dije. Si asisten a mi concierto, supongo que comparten una sensibilidad. Iba a cantar 'Al bando vencido' y sabía que los q antes discutían aplaudirían juntos".
Después de cantar el tema dedicado a los republicanos vencidos por los nacionales en la Guerra Civil, la cosa se calmó en el concierto. Pero no en las redes sociales. Él mismo ha respondido a los que lo critican por su reacción en el auditorio de Sant Cugat:
Lo que más dolió al cantautor fue escuchar reproches y exabruptos por parte del público, "que antes y después aplaudía junto cuando todos interpretábamos canciones que hablaban de las luchas pendientes, de los sueños por cumplir". Serrano añade que gracias a la intervención del resto del público, casi la totalidad, "se pidió calma y silencio para poder seguir con el recital". También ha querido dar las gracias a la ciudad catalana que acogió su concierto, "por el calor, por la emoción" y avisa de su próxima parada: Alcoy. Veremos si allí alguien grita algo parecido.