Que los cantantes necesitan a sus seguidores es un hecho. Razón de peso para que les pidan que les traten bien y pongan buena cara cuando les paren por la calle. Sin embargo, no todas las estrellas están dispuestas a aceptar ciertos comportamientos de sus fans y Jennifer Lopez ha sido la última en protagonizar una polémica en este sentido.
Y es que la norteamericana se encontraba en Nueva York rodando su última serie y al salir de los estudios fue recibida por un puñado de seguidores. Saludó tímidamente pero una chica la abrazó con todas sus fuerzas, sin soltarla. Y ante la insistencia, Lopez la empujó para separarla.
Un gesto que no ha gustado nada sus seguidores, al criticarle las malas maneras.
La red se llenó de comentarios acusándola de tratar mal a los seguidores gracias a los que ha conseguido la fama que tiene. Una polémica que no ha querido contestar, optando por celebrar una gran fiesta de cumpleaños donde ha acudido con un sugerente vestido negro de transparencias. Todo con un pastel de diez mil diamantes de Swarovsky:
Una manera bien dulce de olvidar la polémica.