Los que hace ya muchos años que siguen atentamente las novedades de la prensa rosa en nuestro país saben muy bien que Jesulín de Ubrique y Belén Esteban han sido dos de los personajes que más han dado de qué hablar desde hace ya muchas décadas. Y es que, si bien es cierto que hace ya muchos años que su relación llegó a su fin, toda la gestión acerca de su hija, Andrea Janeiro, ha provocado muchos enfrentamientos entre los dos entornos.
En este sentido, cabe tener en cuenta que por mucho que Belén Esteban apuntara hace ya muchos años que, siendo como es Jesulín el padre de su hija prefería hablarlo mínimo de él, al final eso no le ha impedido que en muchas ocasiones haya tenido que acabar dando su opinión o explicando algunos detalles que evidentemente no han dejado en muy buen jugar al extorero.
Un Jesulín de Ubrique que, teniendo en cuenta la mala relación que tiene desde hace ya muchos años con Belén, ha estado también muchos años sin tener apenas contacto con su hija, Andrea. Así, por mucho que ahora que Janeiro es ya mayor de edad la relación ha mejorado un poco entre padre e hija, sigue sin ser fluida.
Belén Esteban no se muerde la lengua
En este sentido y a diferencia de lo que ocurrió en el pasado, parece ser que ahora a Belén ya no le cuesta tanto hacer según qué afirmaciones sobre su exmarido. Es más, ahora que se sabe que Jesulín, como él mismo apuntó, había rechazado una importante oferta para participar en un programa de TV, la colaboradora televisiva no se mordió la lengua: “Tenía que haber cogido la oferta que le hicieron porque así podía haber pagado algunas cosas” o “Algunas lenguas dicen que necesita pasta. Que Ambiciones ya es como Cantora...”, apuntó en Ni que fuéramos shhh….
Eso sí, más allá de cierto reproches a nivel económico hacia Ubrique, Belén se mostró muy segura y orgullosa de su actual situación con su hija: “Lo tengo todo muy bien encarrilado y no quiero entrar en esto. Ellos tienen su vida y yo la mía y lo único que me tiene que envidiar Jesús a mí es no disfrutar de lo que yo estoy disfrutando, una persona con nombre y apellidos que va por la calle con la cabeza bien alta por lo que ha conseguido y no por ser 'hijo de'”.