De todos los concursantes de Operación Triunfo 2018, hay uno que ha conseguido llegar a la fama por encima del resto: el catalán Miki Núñez, con una meteórica carrera musical impulsada principalmente por su actuación en el festival de Eurovisión. Con él, 15 aspirantes más lo dieron todo en la Academia para hacerse un lugar en la industria discográfica. Los espectadores conocieron entonces a Carlos Right de Esplugues de Llobregat y a Alba Reche de Elx. Y a Joan Garrido, que construyó una tierna relación de amistad con el cantante de Terrassa. Hasta el punto que, cuando acabó el concurso, se marchó a vivir con él a la casa familiar.
Mallorquín de Bunyola, en la sierra de Tramuntana, Garrido tiene 24 años y acaba de publicar L'altra fase, una canción surgida del confinamiento que habla de los propios miedos y de las ganas de ver a las personas que más quiere. En boca suya, el acento catalán balear suena así de dulce:
Voz prodigiosa, no es el único atributo del artista isleño. Como bien saben los fans que lo siguen en las redes sociales, Joan esculpe su cuerpo musculoso a base de ejercicio y lo luce a menudo en las fotos de Instagram. Sin camiseta, hace las delicias de sus followers, que querrían que les cantara una canción al oído.
Brazos de hierro y abdominales definidos, en Instagram Garrido levanta tantas pasiones como Miki, que más de una vez también se ha atrevido a mostrar piel. En plena gala de Eurovisión, uno de los presentadores enseñó una foto del vallesano luciendo cuerpo de infarto:
Se acerca la canícula, el calor es insoportable. Joan Garrido pierde la camiseta y hace subir todavía más la temperatura. Un pez que se muerde la cola... y un montón de fans que querrían morderlo a él.