En una ceremonia muy íntima y privada, en un juzgado de Madrid este lunes a las 12 del mediodía, rodeados de pocos amigos. Así es como Joaquín Sabina y Jimena Coronado se han dado el "sí, quiero" y han contraído matrimonio, tal y como han podido saber varios medios españoles después del enlace. En la boda estaban el cantante Joan Manuel Serrat, íntimo de la pareja, el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, que también tiene buena relación con ambos, y las hijas del artista, Carmela y Rocío.
Después de 20 años de relación, Sabina le pidió el verano pasado a Jimena que se casara con él. Justo el día que la fotógrafa peruana celebraba su 50.º cumpleaños. Él tiene 71. Un regalo que no se ha podido oficializar hasta hoy, una vez han pasado los peores meses de la pandemia y con unas estrictas medidas sanitarias. Los novios se han casado con la mascarilla puesta, que es lo que indica el protocolo contra la Covid-19. El artista iba vestido con un traje de color azul eléctrico y una flor blanca en la solapa, una camiseta negra y uno de aquellos sombreros panamá que tanto lo caracterizan. Ella, con unos pantalones negros y una blusa rosa.
La pareja se conoció en el año 1999 en Lima, la capital del Perú. Jimena se había desplazado hasta el hotel Sheraton, donde se alojaba Sabina, para hacerle unas fotografías que se publicaron en el diario local El Comercio. El flechazo fue repentino, aunque los dos estaban emparejados. Cortaron sus relaciones y empezaron una nueva historia de amor. Se marcharon a Madrid de la mano, y desde hace un montón de años que viven juntos. Ahora, en un piso que comparten cerca de Tirso de Molina, en el centro de la ciudad.
Se trata del segundo matrimonio de Sabina. Durante ocho años, entre 1977 y 1985, el cantante estuvo casado con Lucía Correa, su novia argentina que había conocido en Londres. Después de la ruptura vendría una relación de doce años con Isabel Oliart, hija de Alberto Oliart, que fue presidente de RTVE y ministro de Defensa con la UCD, y con la que tuvo a sus dos únicas hijas. Aunque con esta última nunca se llegó a casar.