Joel Joan interpreta a una criatura en el TNC. Pero a Joel Joan le asustan mucho más las cosas que está viendo que pasan de un tiempo a esta parte "en este país de mierda en el que todavía estamos". En una entrevista en exclusiva para En Blau, el actor de Frankenstein se moja y no tiene miedo de hablar abiertamente, como siempre ha hecho, de la situación política que se está viviendo en Catalunya y en España.
También de la televisión que se hace en las cadenas estatales y en TV3, de quien considera que no le debe interesar mucho hacer una tercera temporada de El crac, aunque él sí lo querría. O de su compañero de reparto, un Ángel Llàcer que interpreta al doctor Frankenstein, y de quien considera que "nos hemos entendido, pero tampoco se puede decir que nos hemos amado". Joel Joan en estado puro.
¿Qué te atrajo de interpretar a la criatura de Frankenstein?
Es una obra muy golosa. El título de Frankenstein llama la atención. Es de aquellos mitos que de repente, que se haga en todo un TNC y que se reinvente, con Carme Portaceli y Guillem Morales, atrae mucho.
¿El público tiene ganas de historias de miedo, con la que está cayendo?
¿Quieres decir aparte de las que vivimos cada día en este país de mierda en el que todavía estamos? Es una obra que habla del lado oscuro que todos podemos llegar a tener, cuáles son los límites de la ambición, cómo te puedes enganchar los dedos tú mismo intentando transgredir aquellas normas que son intocables...
¿En nuestra sociedad hay demasiados monstruos que no van con cicatrices en la cara ni tornillos en la cabeza, y sí bien vestidos y con corbata?
Todos tenemos una parte de monstruo muy clara. Hay mucho psicópata suelto, yo el primero. Por suerte, la criatura de Franskenstein es una figura más ingenua, que tiene una profunda herida tan bestia que lo acaba convirtiendo en monstruo. Yo quiero mucho a mi criatura, porque en el fondo es una víctima.
A pesar de tu fama de complicado, hay compañeros tuyos que en el estreno dijeron que tú 'vas mucho de monstruo', pero en el fondo eres una ovejita...
De eso se trata. Los tengo a todos engañados.
Las primeras palabras que dice la criatura cuando aprende a hablar son "amigo mío". ¿Estamos demasiado individualizados? ¿Nos cuesta demasiado confiar en alguien?
Quizás sí que estamos un poco más solos de lo que estábamos, a pesar de estar tan hiperconectados con todo el mundo. La maquilladora del espectáculo es de un pueblo y me decía que ella queda siempre con los amigos en el bar del pueblo, y lo envidio.
Otra frase que dices en la obra: "yo siempre escogeré el bien"... ¿Joel Joan también?
Joel siempre ha querido escoger el bien, pero seguro que no siempre he acertado. También somos muchos los que queriendo hacer el bien hacemos un mal terrible. El bien y el mal son muy relativos. Yo intento ser coherente y desear a los otros lo que quiero para mí mismo.
Y otra: "cuanto más aprendo, menos entiendo lo que me rodea"... Una frase muy socrática...
A mí me gusta más la frase que le responde De Lacey, el hombre ciego que acoge a la criatura: "Vivir ya es esto, chico".
¿Cómo es trabajar con Àngel Llàcer? Mucha gente os ve como dos referentes de la interpretación, pero también sois dos gallos en el mismo corral...
De hecho, cuando se estaba preparando el espectáculo, alguien de la producción me dijo: ¿"Escucha, tú tienes algún problema con Àngel Llàcer? Te lo digo porque si ya tuvierais alguna cosa que no os aguantarais, ya ni te pediríamos hacer el papel..." Y yo dije: "¡no hombre, no, que va!". No le conocía de nada, quizás de algún estreno. Y realmente venimos de dos escuelas muy diferentes: yo he trabajado mucho la ficción, en general, y en cambio él se ha dedicado más al entretenimiento, se ha convertido en un showman a nivel español. Y no me extraña, porque tienen mucho carisma y un sentido del humor muy goloso. Cero mala leche. Es lo contrario que yo, que soy bastante más agrio.
¿Os habéis entendido encima del escenario, a pesar de venir de diferentes mundos interpretativos?
A ver..., nos hemos entendido, pero tampoco diría que nos hemos amado, porque eso cuesta. Sobre todo en mi caso. Pero disfrutamos de la función. Además, es muy buen compañero de escena. No te deja solo ni se cierra en él mismo. No se esconde.
Àngel se ha hecho un espacio en programas como OT o más recientemente Tú cara me suena. Lo más reciente que te hemos visto a ti es la segunda temporada de El crac. ¿Si no hay El crac 3 es porque tú no quieres, porque TV3 no quiere o porque TV3 no puede?
Por mí no será. A mí El crac me sirve mucho para hacer terapia, para cachondearme de mí y de quien haga falta. El público que era fan era muy fan. Y tú te das cuenta de cuándo una cosa gusta o cuándo gusta mucho. TV3... no parece muy interesada. Es una lástima. Y por otro lado, no sé si puede, ahora mismo.
En la primera temporada de El crac ironizó sobre el mundo de la televisión. En la segunda, sobre el teatro... ¿Si hubiera una tercera temporada, quien quedaría por recibir?
Todavía quedan muchos mundos, mucha tela por cortar. Por ejemplo, está el mundo de la docencia. Un día pensaba que si se hiciera, podría estar bien que le ofrecieran al crac ser profesor del Institut del Teatre, montando talleres con los estudiantes. O que estuviera tan apurado el hombre, que ya no tiene nada que hacer en la vida y que incluso se planteara ir a Madrid y pedirle a Jordi Sánchez, el Lopes: ¿"tú no volverías a hacer 'Plats bruts' veinte años más tarde"?. Y el otro que, evidentemente es una estrella española, que le dice: "sí, hombre... Ves, anda, ves..."
¿Te han hecho odiar Plats bruts?
No, no, al contrario. Es alucinante ver cómo todavía ahora se aguanta la serie, hay gente que se la mira y es una muy buena señal. Mi hija mayor ahora está descubriendo Friends y está flipando. Y te das cuenta de que los personajes todavía hoy aguantan. Como los de Plats bruts
Hablas de Llàcer diciendo que es un showman en España, de Sánchez diciendo que es una estrella española... ¿Tú te verías otra vez, como en Periodistas, en un canal estatal, teniendo en cuenta los programas y series que se hacen en las televisiones españolas?
En Periodistas poníamos el dedo en la llaga con algunos temas sociales que era interesante. Pero a nivel de shows, de la televisión predominante de ahora, sí que no me veo. Yo no tengo el chascarrillo gracioso que tiene Àngel para poder ir a programas de estos y llenar horas de televisión diciendo chorradas frívolas y divertidas. No es la línea que he seguido ni quiero seguir.
Premios Gaudí... ¿Llegará un día que no se celebrarán porque no se harán suficientes películas en catalán?
Hace muchos años que lo escucho, pero cada año hay cuatro o cinco películas muy buenas. Lo que pasa es que no habrá muchos géneros que tendría que haber: cine histórico, imagínate una peli de los almogàvars, de cuando íbamos a cortar cabezas y éramos el terror del Mediterráneo... Estamos acotados con el cinema verité porque es lo que nos podemos pagar. Y bastante punta que sacamos. Pero hay un umbral y una serie de producciones que necesitan mucho presupuesto, y no se pueden hacer.
Eres de los actores que hablan abierta y tranquilamente de todo, también de política. ¿El procés se parecería más al doctor Frankenstein o a la criatura?
El procés son las ganas de una gente pacífica y democrática de nuestro país de intentar solucionar las cosas por vías democráticas y a través de las urnas, sin ninguna coherción ni represión, y que líbremente decidamos si queremos ser una república, una monarquía o lo que queramos nosotros. Lo que pasa es que una simple pregunta como esta: ¿"Quiere usted pertenecer a España o no?" ha puesto de los nervios a todo un señor estado español al que se le están viendo las vergüenzas teniendo que tirar de autoritarismo y de represión por miedo a hacer una pregunta.
¿En qué situación deja eso a los catalanes?
Eso nos deja a los ciudadanos en una situación muy vulnerable porque en pleno siglo XXI, con todas las herramientas que tenemos para interpretar el mundo, tener que asumir que las cosas las decide alguien porque tiene armas y te da miedo, en vez de que tú las decidas soberanamente, pues es una cosa que nos deja con el culo al aire a todos. El gobierno español y España en general es más como el doctor Frankenstein: les gustaría que fuéramos de una manera y que dijéramos unas cosas y que pensáramos unas cosas que la mayoría de gente de este país no dice ni quiere pensar. Y eso, en un país democrático es bastante insostenible. O sigue siendo un país democrático o te cargas la democracia y es un "aquí mando yo, por mis cojones".
Puigdemont continúa en Bruselas... y el lunes, en principio, tendría que haber un debate de investidura de Jordi Sánchez... ¿Qué te parece esta medida? ¿Te satisface o es un ir haciendo?
No quiero, no... No lo sé... No puedo hacer una metáfora... Es... una situación... lamentable, en la que.... No sé qué decirte... Yo pienso que el president Puigdemont tenía toda la razón cuando dijo que el 10 de octubre no tenía que haber suspendido la declaración, porque aquel era un referéndum, no sólo legal, sino que además nos lo intentaron tirar por el suelo de malas maneras. ¿Si las urnas no son la proa que tenemos que seguir en este país y en cualquier país europeo, pues me quedo desarmado y pienso, "¿Cómo lo solucionamos? ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Cómo podemos aceptar la sociedad y los políticos que todo esto esté pasando y no hagamos todos una huelga general hasta que las cosas vuelvan a ser democráticas"? (puedes ver el momento en el siguiente vídeo)
¿Si te llamaran a alguna lista política, irías?
Te aseguro que no hay ningún partido que me haya ofrecido ir a ninguna lista, cosa que dice mucho en favor de ellos.