Desde En Blau hemos recomendado a menudo que sigan las redes sociales del gran Joel Joan. Nos lo agradecerán. No sólo es uno de los mejores actores y directores que tenemos en el país, sino que tiene la sana virtud de decir lo que le sale del moño y de no quedarse callado cuándo alguna cosa de su alrededor le toca las narices. Si hace falta, se queja sobre los políticos, los de aquí y los de la España más reaccionaria. Si hace falta, pone en su sitio a más de uno cuando dicen o hacen alguna barbaridad o estupidez sobre Catalunya, el catalán o los catalanes. Pero no sólo. También se moja cuando tiene que alzar la voz por algunos hechos más mundanos, pero que en según qué momentos, tocan también lo que no suena. Como le acaba de pasar en un tren de cercanías.
Llevamos unos días con una ola de calor francamente desagradable. El junio más cálido de los últimos tiempos ha dejado paso a un julio donde de momento, no parece cambiar mucho la dinámica. La solana es considerable y hace calor a la sombra y todo. Por no hablar de las noches de bochorno inconsolable. Son tiempos de ventiladores, de abanicos, de aires acondicionados, de ventanas abiertas los (pocos) días que sople corriente de aire, de ir sin camiseta siempre que se pueda y de pasar cada uno el calor como buenamente pueda.
Aire acondicionado
Ahora bien, como suele pasar, nos vamos de un extremo al otro. Porque si bien por las calles nos deshacemos, incluso yendo por la sombra, cuando entramos a según qué tiendas de ropa o a según qué transportes públicos, es como si nos teletransportáramos por una puerta secreta con acceso directo al Polo Norte. Un helor que se te mete en los huesos, unos aires a todo trapo, un frío de tres pares de narices, en definitiva. Y Joel Joan lo acaba de vivir en su propia carne cuando ha subido a un vagón de tren de Cercanías.
Una vez dentro, sentado, y después de un rato de creerse en la Siberia, Joan no ha podido más y ha escrito, no sabemos si con los dedos tiritando, que "El frío que pega en los trenes de Cercanías es una metáfora perfecta de la estupidez humana. Eso o es el nuevo método del CNI para acabar con todos nosotros. O las dos cosas a la vez". Otras personas se han sumado y han añadido otros lugares donde estos días puedes correr el riesgo de quedarte congelado como no vayas con un forro térmico:
El frío que mete a los trenes de Rodalies es una metáfora perfecto de la estupidez humana. Eso o es el nuevo método del CNI para acabar con todos nosotros. O las dos cosas a la hora. pic.twitter.com/KZheg4nCeE
— Joel Joan (@JoelJoanJuve) July 7, 2022
Dentro de los cines flipas también!!!! Están bien cardados...
— Marta (@Marbubo) July 7, 2022
Venga, di que llevas|traes sandalies y se te hielan los peus...����
— Xavi Gutiérrez (@xavi_guti_1001) July 7, 2022
Los cines y en los teatros También debe nido������������
— ғʀᴀɴᴄᴇsᴄᴀ ᴀʟᴍᴏɢᴀ̀ᴠᴇʀ ���������������������������� (@Blackie43045733) July 8, 2022
Y alguno que otro bus|buzo!!!
— Miquel Roig ���� (@RoigMiquel) July 7, 2022
Este transporte público al cual hace referencia este usuario, no sería como en el que se subió la locutora, influencer y creadora de contenidos audiovisuales Juliana Canet, a quién podemos escuchar cada día copresentando el programa Adolescents iCat. Hace unas semanas, Canet estalló indignada, y con razón, por lo que sufrió cuando cogió un autobús en Barcelona, cuando estábamos a más de 30 grados. Pero el conductor se debería creer que todavía estábamos en el mes de enero, porque del aire acondicionado, ni rastro. Y a Juliana se le calentó no sólo la cabeza, sino también el buche: "Hola TMB. ¿Tenéis previsto poner aire acondicionado en vuestros buses o estaré pagando casi tres euros el viaje por un horno con ruedas durante todo el puto verano? No tenéis vergüenza me vienen ganas de pinchar las ruedas de todos vuestros buses".
Queda claro que Joel Joan y Juliana Canet no podrían viajar en el mismo transporte.