John Cusak es uno de los actores más maravillosos que hay, sin ningún tipo de discusión. A juicio de En Blau, el intérprete no solo tiene un carisma que desarma, sino que además, con su presencia, con su talento, con su cara de ser un tipo normal y corriente, ha participado en algunas películas inolvidables que permanecen en el imaginario colectivo de muchos espectadores que disfrutamos cuando lo vemos a él en la gran pantalla. Su filmografía está llena de filmes sensacionales y de otros que quizás no lo son tanto, pero que con él, ganan. Películas como Alta fidelidad, Con air, Balas sobre Broadway, El balneario de Battle Creek, City Hall, Medianoche en el jardín del bien y del mal, La delgada línea roja, Serendipity o Identidad.
Más allá de ser un actor como la copa de un pino, Cusak tiene otra virtud: no se queda callado y se moja a menudo por cosas ajenas a su profesión, como es la política. Su cuenta de Instagram es una retahíla de imágenes reivindicativas donde|dónde queda claro que detesta a algunos personajes funestos de la vida política de su país, como a Donald Trump, dejando clarísimo qué piensa del expresidente de su país con unas imágenes que no dejan lugar a dudas. Y lo más sangrante no son las fotos o montajes que publica del expresidente de los Estados Unidos, sino los comentarios que hace Cusak, como este: "Un mentiroso, un diablo y un cobarde. ¿Podría ser posible todo esto al mismo tiempo? Por descontado, y hay más: un traidor, un violador, un niño sádico secuestrando y un fascista hasta el tuétano".
Con estos antecedentes, no es de extrañar cómo ha reaccionado ahora por lo que ha pasado en España. Y es que Cusak no solo está pendiente de la política de su país. Después de los resultados electorales del domingo 23-J, donde los españoles dejaron claro en las urnas que no habrá un gobierno formado por la derecha y la ultraderecha española, aunque a Ana Rosa Quintana le sepa mal, y donde Vox ha perdido 19 escaños y el fascismo no entrará a formar gobierno, el intérprete ha sido muy explícito por lo que ha sentido al ver los resultados finales. Le han hecho falta solo tres palabras: "Thank you Spain" (gracias España), haciéndose eco de un artículo que titulaba "Right Underperforms in Spanish Election; Separatist Parties Emerge as kingmakers" (La derecha tiene un rendimiento inferior a las elecciones españolas; Los partidos separatistas surgen como creadores de reyes). Inmediatamente, son muchos los que le han agradecido el comentario. ¿Sin embargo, cómo han reaccionado los muchos ultras que hay en las españas? Evidentemente, lanzándosele a la yugular en cero coma:
Si algún día se hace una serie sobre los políticos españoles, ya sabemos quién no hará de Santiago Abascal.