Este 2025, un actor extraordinario llega a la cincuentena. 50 velas soplará, después de toda una vida enamorándonos con sus papeles delante de la gran y la pequeña pantalla, o encima de los escenarios. Un intérprete nacido en Argentina que lleva toda la vida en España, con una característica mirada, a medio camino entre la nostalgia y la bondad, que hace creíble cada papel que aborda, a quien acostumbran a dar personajes intensos, o de gente muy angustiada, pero que de vez en cuando, cuando hace alguna comedia, demuestra que también tiene una vis cómica maravillosa. Hablamos de Juan Diego Botto.
Ya nos llamó la atención de bien joven en Historias del Kronen, y después lo ha seguido haciendo, con filmes como la descomunal Martín (Hache), o muchos otros: Éxtasis, La Celestina, Más que amor frenesí, Sobreviviré, Pasos de baile, Roma, Ismael, The Suicide Squad, La habitación de al lado o en la película que él mismo dirigió, En los márgenes. Y tiene pendiente de estrenar Los aitas. En televisión, divertidísimo en No me gusta conducir, e impecable en otras series como Todos mienten, White lines o Instinto. En teatro, Una noche sin luna, Un trozo invisible de este mundo, Hamlet, Rosencrantz y Guildersten han muerto... y tantas otras.
Ahora, Botto ha estado en el excelente programa de radio de SER Catalunya Llapis de memòria, una conversación deliciosa en torno a diferentes canciones, donde el invitado va explicando cosas de su vida, de su país ("La primera vez que volví a Argentina fue en el 90, nos costó mucho tiempo obtener la nacionalidad española, hasta ese momento mi familia era mi madre y mis hermanas. Siempre he querido mantener mi argentinidad y mis raíces. Me duelen las barbaridades que está haciendo Milei en Argentina"), de su profesión, al mismo tiempo su pasión ("Mi madre siempre insistió en el azar y la dureza del oficio, el talento no siempre va ligado a una recompensa. Hay que tener talento para actuar y para encajar los golpes y las dificultades del oficio")...
����✏️ Así ha explicado al actor @JuanDiegoBotto al @LlapisMemoria como desde pequeño ha sido rodeado del arte de la interpretación.
— SER CATALUÑA (@SERCatalunya) March 17, 2025
▶️ Recupera su @LlapisMemoria: https://t.co/Gxi6Y0qWOE pic.twitter.com/ECayxuqa0y
Y también, de aspectos personales como las personas que más quiere, su hija o su pareja. En su playlist escogida, mucho de los Beatles ('In my life', 'Yesterday', 'A day in the life'... "Soy un fanático de los Beatles, han tenido un papel importante en mi vida de acompañamiento"), 'Should I stay or should I go' de los The Clash, tres canciones en castellano, 'Todo cambia' de Mercedes Sosa, 'Adios Nonino' de Piazzola y 'Latinoamérica' de Calle 13 o 'Uptown Funk' de Bruno Mars, tema escogido que le evoca a su hija: "No conozco todos los grupos que mi hija escucha, y de los pocos nombres que sabía era el de Bruno Mars. Le insistimos en que su destino lo elige ella".
De él, de su hija y su pareja, también ha hablado, enamoradísimo de ella ("Olga es de las mejores cosas que me han pasado en mi vida"): la periodista e investigadora Olga Rodríguez, especializada en información internacional, en especial, en el Oriente Medio, y en derechos humanos. Para la Cadena SER, Cuatro, CNN+ o elDiario.es ha cubierto algunos de los conflictos más importantes de las últimas décadas. Durante la invasión de Irak del 2003, estaba alojada en el Hotel Palestina de Bagdad, desde donde presenció el ataque norteamericano que acabó con la vida del cámara español José Couso. Un hecho que tiene que ver con la manera como ella y Juan Diego Botto se conocieron. De hecho, cuando le preguntan, suelta un explícito "Buuuuf....". El actor ha explicado la accidentada manera como conoció a su mujer. Accidentada por ser generosos. Él lo define como "un acercamiento desastroso".


Se conocieron por casualidad, a la salida de un bar, "era una chica guapa que estaba hablando por teléfono". Él se acercó, "acercamiento absolutamente desastroso: me quité la chaqueta, le puse la chaqueta encima mientras hablaba por teléfono", y cuando colgó, se quedaron charlando un rato. Hasta que él "hice un chiste muy desafortunado. Era el año 2004, acababa de terminar la guerra de Irak y yo hice un chiste sobre José Couso. Yo no sabía quién era ella o que estaba con Couso... No sabía que le conocía, en todo el centro del ridículo". La cosa no fue a más, ella le cortó y cada uno por su parte. Hasta que una semana más tarde fue a la presentación de un libro colectivo justamente sobre José Couso, "y veo que entre los autores que van sentándose veo a la chica del otro día. 'Ostras, no me lo puedo creer'. Ahí me dí cuenta de cuánto había metido la pata". Después, a pesar de este inicio, la cosa se recondujo y ella accedió a tomar un café:
����✏️ @JuanDiegoBotto ha explicado al @LlapisMemoria la accidentada manera en que conoció a su mujer.
— SER CATALUÑA (@SERCatalunya) March 18, 2025
▶️ Recupera su @LlapisMemoria: https://t.co/Gxi6Y0qWOE pic.twitter.com/k4lckfuBwF