Para toda una generación de espectadores, una de las películas que más nos marcaron nuestra infancia y/o adolescencia fue, sin duda Top Gun. La película de 1986 sobre una escuela de élite para pilotos de la Marina norteamericana con la finalidad de conseguir una promoción de expertos en técnicas de combate. Dirigida por Tony Scott, el protagonista absoluto era 'Pete Maverick Mitchell', un piloto talentosísimo, bocazas, descarado y seguro de sí mismo a quien le daba vida un entonces joven Tom Cruise. Lo acompañaban en el reparto Val Kilmer, Tom Skerrit o una actriz maravillosa, Kelly McGillis, 'Charlie', una instructora y experta del departamento de defensa con quien mantiene una tórrida relación, con algunas imágenes icónicas como los paseos en moto al ritmo de Take my breath away:
McGillis, a quien también vimos en Único testigo o Acusados, y en otros filmes interesantes de los 80, fue perdiendo protagonismo en la industria de Hollywood y no estará en uno de los estrenos cinematográficos más esperados de este 2022, la secuela de Top Gun, que se llama Maverick, y donde Cruise retoma su mítico personaje 36 años después. También aparecerá otro personaje muy recordado, el Iceman de Val Kilmer. Pero lamentablemente, los fans de McGillis nos quedaremos con las ganas de verla en este remake. Otros intérpretes que acompañarán a Tom Cruise en esta película son Jennifer Connelly o Miles Teller:
¿Es que quizás no tenía cabida su personaje? ¿Es que ha sido un olvido de los guionistas? Nada de todo eso. Lamentablemente, la misma actriz da respuesta. En una entrevista a Entertainment Tonight asegura que los productores no se han puesto en contacto con ella y lo ha aprovechado para dedicar un zasca sublime a los cánones de belleza que hay en la sociedad y al cine, motivo por el cual no le han dicho nada: "Soy demasiado vieja, estoy gorda, aparento la edad que tengo y no es eso lo que buscan para la película. Prefiero sentirme segura en mi piel y fiel a mi edad que valorar otras cosas". Se puede decir más alto, pero no más claro. Y es que a sus 64 años, la actriz no piensa someterse a bisturíes ni a retoques para poder trabajar. O la aceptan tal como es ahora, o ya se pueden poner los papeles por donde les quepa. Ya lo dejó claro hace unos años: "Tener 43 años y no estar dispuesta a pasar por quirófano para que te cambien la cara lo hace difícil. Tengo el aspecto apropiado para una mujer de mi edad; yo ahora me siento a gusto y mi valía no depende de mi belleza". Chapeau. Pero se equivoca en una cosa, antes, pero también ahora, sigue siendo una mujer bella. Así era y así es:
Decisión penosa no contar con ella para hacer el mismo papel en Maverick. Porque quizás Tom Cruise o el resto de productores no se han dado cuenta de ello, pero cumplir años y coger algunos kilos no viene acompañado de una pérdida de talento. De hecho, todo lo contrario, a menudo se dice que los actores y las actrices, cuanta más edad tienen, más tablas consiguen y más profundidad interpretativa. Pero se ve que ahora ya no les interesa. Pues servidor no será uno de los que irán a ver la película. Que se la confiten. McGillis actualmente vive en North Carolina, donde es profesora de arte dramático y ayuda a mujeres con adicciones en una clínica de rehabilitación, después de haber pasado ella por un infierno similar hace unos años. La vertiente personal no ha sido nada fácil para una actriz que vivió dos divorcios, el último de su exmujer, una ejecutiva inmobiliaria, y que sufrió una violación cuatro años antes de que Top Gun hiciera de ella una estrella. Posteriormente a aquello, ataques de pánico, inseguridades y miedos. Hasta que llegó un momento que dio un golpe encima de la mesa y dijo esta soy yo, soy así y estoy encantada de la vida.
El mundo del cine no sabe el error que ha cometido no contando con ella para hacer más películas. Una lástima. Ellos se lo pierden.