Diez jueves han pasado desde que empezó el reality más exigente de televisión, Supervivientes. Telecinco sigue apostando por este programa que llena muchas horas de programación, no solo cuando se emiten las galas o los debates, sino que programas como el de Joaquín Prat (49) y el de Ana Rosa Quintana (68) también sacan mucho jugo. Jorge Javier Vázquez (53) ha quedado en la cadena de televisión única y exclusivamente para presentar la gala más importante de Supervivientes, aquella donde se dice cuál es el concursante expulsado y en la que se enfrentan los equipos para conocer en qué playa pasarán la semana siguiente. La última gala no fue una excepción y cumplió con las expectativas de los espectadores más fieles al reality estrella de Telecinco. Un nuevo concursante expulsado, cuatro nominados y relaciones entre supervivientes que no habían visto la luz hasta que Kiko Jiménez (31) abrió la boca.

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Jorge Javier Vázquez - Supervivientes

"Yo que estoy en un buen momento, reconstruido por dentro y por fuera también. Bueno, hoy vamos a vivir otra gala de postal. Nos enfrontamos a la expulsión más dura hasta la fecha". Vestido con una americana blanca y unos pantalones de color beige, Jorge Javier Vázquez empezó y pocos minutos después de arrancar el programa ya se anunció cuál sería el futuro de Laura Matamoros (31). Después de la caída durante una de las pruebas más exigentes de Supervivientes, la hija del excolaborador de Sálvame, Kiko Matamoros (67), tuvo que estar en observación médica con el fin de someterse a un tratamiento. El presentador hizo saber a los espectadores y a Laura Matamoros y Laura Madrueño (38), que le acompañaba en aquel duro momento, los resultados de las últimas pruebas: "Laura Matamoros ha respondido satisfactoriamente al tratamiento, lo que permite su reincorporación en la playa". La concursante rompió a llorar al conocer la noticia, pero no sabía el futuro que le esperaba en las próximas horas y el desenlace de la gala.

El momento de más tensión de toda la gala, que duró más de tres horas, fue cuando Kiko Jiménez abrió la boca en la Palapa para soltar una gran noticia bomba. Jorge Javier Vázquez introducía el tema diciendo: "Atención. Kiko Jiménez. Has dejado caer a tus compañeros que conoces uno secreto. Uno secreto que tiene que ver con cosas que ocurren detrás de las cámaras y que afecta directamente a la lealtad. Es la hora adecuada para que explote la bomba". Kiko Jiménez tomó el relevo del presentador e hizo unas declaraciones que muy seguro repercuten en la relación entre los supervivientes: "Es la hora de contarnos las verdades. Gorka, Marieta, compartidlo con la audiencia. Tiene un compromiso y debería de ser leal a él. Aquí estamos por y para la audiencia y no debería de hacer las cosas detrás de cámaras. Yo he visto a Gorka y Marieta comerse la boca, darse un beso. Eso ha pasado aquí".

Gorka saltó del banco inmediatamente al escuchar la noticia: "Le voy a decir a todos mis compañeros a ver si eso es verdad. ¿Quién me ha visto a mí comerle la boca a Marieta? Cállate Kiko. Eras un mentiroso compulsivo. Este hombre pisa a la gente para que él brille. Es el tío más sucio y más feo de los que he visto en mi vida". Laura Matamoros también quiso decir la suya afirmando que sí que ha habido un acercamiento que le ha llamado la atención entre los dos implicados en la posible infidelidad. Sin embargo, ella no puede corroborar que haya habido besos entre Gorka y Marieta. El tema se quedó en el aire y Jorge Javier Vázquez procedió a decir cuál sería el superviviente expulsado: Laura Matamoros. Al final de la noche también se anunciaron los cuatro nominados: Gorka, Aurah, Javier y Pedro. Las revoluciones no paran de subir en Honduras y cada vez van quedando menos supervivientes para hacerse con los 200.000 euros de premio.