Kiko Rivera está pasando sus peores días. Su ictus de la semana pasada aún le está pasando factura. Tras estar malito antes del estreno de su nuevo tema 'Vudú', la cosa fue a peor y tuvo que ingresar en el hospital. Se esperaba lo peor, pero por suerte se acabó recuperando y este lunes ya estaba en su casa, junto a sus hijas y su mujer, Irene Rosales. Ellos son su mayor apoyo y le aman: ahora le hacen las curas físicas y psicológicas. Lo acurrucan en la cama y le dan besitos a Paquirrín. Qué suerte tiene Kikito en esto.
Pero Kiko sabe que ahora es momento de recuperarse, también de la cabeza. No la tiene ahora amueblada después de todo lo que le ha pasado y si lee la prensa del corazón lo pasará mal. Ha tomado entonces una decisión impactante. Drástica, letal: apagar el móvil durante dos semanas. Él cree que es el tiempo justo y necesario para desconectar y pasar página de este mal trago que ha pasado. Odia ahora ver noticias sobre su persona y la decisión no puede ser mejor: centrarse en los suyos y el afecto que le dan será su mejor terapia. Un dominó con sus hijos y un ajedrez con Irene pueden ser muy curativos. Y, de fondo, su canción de 'El Conejo de la Suerte'. No es mal plan.
Latigazo a los paparazzi
Paquirrín está que no puede más. La prensa y los fotógrafos quieren una instantánea de él saliendo de casa o de miembros de su familia viniéndolo a visitar, pero no la consiguen. Mientras ellos están abajo con el disparador preparado y el flash encendido, Kiko está tranquilamente en su cama viéndolas pasar. Su último mensaje en Instagram antes del apagón de dos semanas iba dirigido a ellos, en una indirecta muy directa: "Manda narices que tenga que estar yo dando explicaciones de quien entra y quien no en mi casa. Por favor, déjanme (sic) descansar. Todavía me funciona la cabeza para tomar decisiones (sic) no inventen ni hagan daño después de una situación tan delicada como la que acabo de pasar. Solo soy una persona a la cual le ha dado un ictus. Respétenme y déjenme recuperarme". Más claro, agua.
Ni tabaco, ni Chabelita, ni su madre
Ahora, el hermano de Cayetano Rivera -quien se está separando paulatinamente de su pareja Eva González- es cada vez más nini. Ni lo visita Chabelita, ni lo visita su madre Isabel Pantoja ni fuma tabaco.
Su hermana y 'La Tonadillera' no han pasado aún por la vivienda de Kiko para mandarle ánimos personalmente. Tampoco se espera que lo hagan. Y no solo porque Isa Pi se las ha pirado momentáneamente a la otra punta del globo -concretamente a Abu Dabi-, sino porque Kiko ya ha anunciado en su post de Instagram que no vendrán. Ni ella ni su mami, la Pantoja. "Mi madre no va a venir y mi hermana muchísimo menos, así que déjenme recuperarme", concluía el DJ en Insta.
Un Kiko que, por cierto, también ha dejado el tabaco. Y es que siguiendo las recomendaciones del doctor, Rivera ahora estará al menos un tiempo sin probar determinadas sustancias. El tabaco cancerígeno estará retirado de su rutina diaria y los azúcares -los cuales los consumía Kiko en demasía- también. El otro día lo vimos mordiendo un delicioso bizcocho de chocolate 0% azúcares. Qué rico, Kiko. Seguro que te quedaste 'Embobao', como uno de tus temas.