Dicen que las desgracias nunca vienen solas y el coronavirus es un claro ejemplo de ello. A la crisis sanitaria que azota a un gran número de países, hay que añadir ahora una crisis económica que amenaza el bolsillo de millones de ciudadanos. Trabajadores afectados por un ERTE, autónomos que se han visto forzados a detener su actividad... entre los famosos también hay algunos que empiezan a sufrir las consecuencias de una situación que ya es bastante difícil para todo el mundo. Sin ir más lejos, la modelo Mireia Canalda reveló hace unos días que no sabía cómo pagar el alquiler de su casa. Y ahora es Kiko Rivera, el hijo DJ de la cantante Isabel Pantoja, quien confiesa que su cuenta corriente está bajo mínimos.
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A través de un directo de Instagram con la influencer Tamara Gorro, Rivera ha explicado que ya ha solicitado una ayuda especial del Gobierno: "He tenido que pedir la ayuda por ser autónomo. Esto me ha pillado muy jodido de pasta. Tenía un verano estupendo de trabajo y nos iba a posibilitar empezar a poner colchón para mis hijas, comprarnos una casa... pero ha llegado así. Sin dinero ahorrado". La pandemia ha llegado justo ahora que sus finanzas empezaban a recuperarse después de años de problemas con el fisco: "Todo lo que he ganado en mis entrevistas y en Gran Hermano lo he utilizado para pagar mi deuda con Hacienda, que ya se ha acabado, gracias a Dios". El artista ya no tiene deudas pero tampoco tiene ahorros.
@riverakiko
Confinado con su mujer, Irene Rosales, y sus dos hijas, las pequeñas Ana y Carlota, Rivera no tiene ningún tipo de problema a la hora de aceptar públicamente que tiene la mano rota. Una vida de lujos, sin privarse nunca de nada, que ahora querría cambiar si pudiera hacer marcha atrás: "Siempre he sido un gastador y ahora me arrepiento de ello. Ahora solo estoy ingresando 700 euros al mes, que es lo que me da el Estado. Pero sigo teniendo los mismos gastos de siempre. Es una locura, no hay derecho". Para los fans que puedan estar preocupados después de sus palabras, Kiko los tranquiliza: "Al menos podemos comer y pagar la casa".
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De esta situación todo el mundo saldrá con alguna lección aprendida.