Alguien se ha caído del cielo esta noche en el NRG Stadium de Houston, y no es ningún jugador de los Atlanta Falcons o los New England Patriots, que se han visto las caras en la Super Bowl 2017.
El ángel de la noche ha sido Lady Gaga, que como siempre que pisa un escenario, lo ha revolucionado, esta vez bajo la mirada de millones y millones de personas de todo el mundo que cada año se citan para presenciar uno de los acontecimientos deportivos más seguidos del planeta.
Iluminada por centenares de drones que dibujaban la bandera norteamericana, Lady Gaga caía al estadio desde el cielo para remover a los presentes con un espectáculo de 13 minutos, donde se han podido oír sus temas más famosos. El primero, el hit Poker Face.
La vestimenta de la artista vino de Versace, con la que lució un body de looks futuristas, del que se fue sacando capas a medida que avanzaba la actuación.
En un espectáculo donde Lady Gaga tuvo tiempo incluso para tocar, sentada, el piano, la norteamericana cerró su gesta con la ya mítica canción Bad Romance, ante un público entregado que más parecía haber acudido por ella que por el fútbol americano.