El desconfinamiento de la sociedad ha venido acompañado por el desconfinamiento de muchos imbéciles. Hombres despreciables que han aprovechado la situación de 'nueva normalidad' para volver a practicar su 'antigua normalidad', vaya, la 'normalidad de siempre', con respecto a comportamientos miserables y en grupo.
Es increíble como alguien puede criticar a Leticia Dolera por alzar la voz y remover conciencias sobre una lacra que nunca desaparece, el ruin machismo. Probablemente porque muchos de los que la critican se sienten interpelados y cuando se miran en el espejo, a solas, en casa, ven a alguien que hace lo que justamente critica la actriz. Pero Dolera no se dejará acobardar por cuatro lelos que le digan de todo en las redes. Ni por tres estúpidos y cobardes que la asedien o intenten asediar de noche. Porque eso es lo que le ha pasado esta noche pasada del martes al miércoles.
Lo explica la misma autora de Morder la manzana. Yendo de noche por las calles de Madrid con una amiga, tres hombres las han acorralado y les han gritado con una impunidad autoadjudicada que da asco. Y eso es precisamente lo que les ha dedicado Dolera, un DAIS ASCO demoledor. Y por si a alguien no le ha quedado claro, el hashtag acabar de rematarlo: #putopatriarcado.
Afortunadamente, ella misma tranquiliza a la red diciendo que están bien y que pudieron llegar sanas y salvas a casa. Pero después de los comentarios de calor por parte de sus amigos y de la red, Dolera expone el crudo sentimiento que siempre tiene cuando pasan cosas como estas: "La misma frustración de siempre":
Quedémonos con esta última imagen de la misma Dolera en la magnífica Rec 3. Porque ella seguirá plantando cara a los cobardes. Con motosierras o con sus denuncias públicas.