Me confieso fan absoluto de Damià Rodríguez, a.k.a Lildami, que es como le conoce todo el mundo. El cantante y jurado televisivo es único: hace la música que le sale de las narices, lleva los pendientes que le salen del moño, a cuál más estrambótico y original, tiene una sonrisa traviesa de pillo, la toca mucho y hace reflexiones acertadísimas y lo mejor de todo, es un disfrutón de la vida. Siempre parece pasárselo en grande, y nos encanta cuándo sube encima de un escenario para cantar o cuando forma parte de los jurados televisivos de los programas de TV3 Eufòria y Zenit. Sin olvidar alguno de sus hits como este Supermercat que permanecerá para siempre en las nuevas generaciones y donde sale, precisamente, su pareja, con la que se mira en la sección de los congelados y se gustan.
Egarense orgulloso, a sus 30 años está en el zénit de su carrera y tiene muchísimos seguidores rendidos a su simpatía, inteligencia, cachondeo y talento. Lo hemos comprobado últimamente en los mencionados programas, el último, el Zenit presentado por su buen amigo y vecino de Terrassa Miki Núñez, donde ha presidido el público de la 'Generación Y'.
Ahora Lildami, aparte de su vertiente profesional (en la final de Zenit anunció que el próximo año saldrá su nuevo disco) está radiante en su vertiente personal. La novedad más reciente de su vida ha sido 'Croc', el perrete que acaba de llegar a casa, un miembro más de la familia, que hace que se le caiga la baba al cantante.
'Croc' hace las delicias de Lildami... y de su pareja, que vive con él y que regalan en redes imágenes preciosas. Es Marina Juks, y verlos juntos da gusto. Parecen hechos el uno por el otro, se regalan besos, sonrisas cómplices, vestidos de gala yendo de boda, con las manos cogidas, o haciendo coña en los diferentes viajes que hacen. Una pareja muy bien avenida, bonitos, sonrientes y felices. No se puede pedir más.
Lildami y Marina, maravillosos.