Este pasado martes 25 de febrero del 2025, Lita Claver, conocida y querida por todo el mundo como 'La Maña', ha vivido el cumpleaños más amargo de sus 80 años de vida. La popular vedette aragonesa, toda la vida en Catalunya, soplaba 80 velas y su círculo íntimo le había preparado una fiesta de cumpleaños. La Maña, vestida para la ocasión con un vestido de fiesta, disfrutó de su día y de la fiesta en petit comité... Hasta que llegó a casa y recibió la peor de las noticias. No le dijeron nada para no aguarle la alegría, "mis compañeros tuvieron la delicadeza de no decirme nada, aunque algunos de ellos sabían que ella se iba para las estrellas, pero no me querían amargar la fiesta". ¿Qué se callaron? Que había muerto una gran amiga suya, otro icono del Paralelo de Barcelona, la vedette Merche Mar.
La artista catalana, referente de la comunidad LGTBI, estuvo toda la vida ligada al mítico cabaré barcelonés El Molino. Una muerte que ha golpeado y sacudido a todo el mundo que la conoció. No ha trascendido ni su edad, que ella mantenía en la incógnita, ni las causas de su muerte, que le ha llegado días después de sufrir un ictus. Pero da igual. Lo que cuenta, lo que queda, es el vacío que deja, todo el cariño del público y compañeros de profesión, hacia un mito del music hall barcelonés en general y de 'El Molino' en particular, donde actuó para media Catalunya y para personalidades como Picasso, Fellini, Dalí o Woody Allen. Referente de la comunidad LGTBI, su muerte marca el final de una era en el mundo del espectáculo de variedades de la ciudad, dejando un legado como una de las artistas más queridas y reconocidas de su género. Y Lita le ha confesado a Basté en RAC1 que su muerte le llegó después de su fiesta de cumpleaños, una vez llegó a casa.
Con la voz rota reconoce que "sinceramente, cuando llegué a casa y me dijeron que había muerto, estuve vestida con el traje de mi cumpleaños, 3 horas, aturdida. No me lo podía imaginar, hacía poco que había estado hablando con ella". Una voz rota que continúa con un doloroso lamento hacia la memoria de su amiga: "Lo que sí me duele es que en vida, no le han hecho nada... Ningún reconocimiento". Y tiene toda la razón. Merche Mar se merecía todos los reconocimientos del mundo... en vida: "A mí, en Catalunya, Madrid, Zaragoza, me han hecho de todo en vida. Y me duele que Merche Mar se haya ido sin haberle hecho nada después de trabajar tantos años en un local tan icónico. Qué menos que un reconocimiento. Me duele mucho".
Es tarde, pero ruega para que, como mínimo, le hagan un reconocimiento póstumo: "Lo que sea, un reconocimiento, por favor. Y no solo a Merche Mar: a artistas que han dejado su vida en El Molino y hyan pasado sin pena ni gloria. Y eso no puede ser. Actores, artistas... ¡tenéis que hacerlo en vida! ¡No esperéis a que nos muramos!". Hagámosle caso. La Maña, maravillosa. Merche Mar, también. Descanse en paz.